Federalistas con prisas

Iceta, Monedero y Garzón coinciden en que ha llegado la hora de reformar la Constitución

Federalistas 8Monedero, a la izquierda, Garzón e Iceta, ayer, en Madrid.

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IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Corre prisa, no puede ser un parche y es la única forma de escapar del callejón sin salida en Catalunya. Estos son los puntos de acuerdo sobre la reforma de la Constitución en los que coinciden el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, el dirigente de Podemos Juan Carlos Monedero y el candidato a las primarias de IU, Alberto Garzón, que anoche debatieron en Madrid largamente sobre cómo abordar la modificación de la Carta Magna.

Todos estuvieron de acuerdo en  que cualquier decisión ha de partir de una demostración de cariño hacia los catalanes y de una labor de pedagogía a ambos lados de las trincheras. Iceta reclamó «afecto» y un acuerdo por el que «merezca la pena quedarse» y recriminó al PP que, en lugar de mostrar empatía, gobierne «tirando gasolina al fuego». El líder del PSC insistió en que si no hay una reforma constitucional no se resuelve el problema del encaje entre Catalunya y España, pero advirtió de que para hacerlo ha de gestionarse con sentimientos. Iceta animó a «arriesgarse» con la reforma constitucional y a asumirla de forma urgente. «Lo que no se entenderá es que no nos arriesguemos».

A pesar de las enormes divergencias entre ambos, Monedero también admitió que la única fórmula para resolver el conflicto es la persuasión. «España tiene que entender que hay gente que sueña en catalán», afirmó.

Garzón defendió el derecho de los catalanes a emanciparse, pero pidió un debate más amplio y trascender la independencia para abordar el paradigma constitucional. «No cabe autogobierno si no hay una recuperación de los instrumentos para recuperar la identidad política frente a ala economía», afirmó.

La lectura del 9-N abrió distancias entre Mondero e Iceta. Para el representante de Podemos, el proceso de consulta significó un acto de desobediencia civil pacífica, que funcionó por el «músculo institucional de Artur Mas». El líder de los socialistas catalanes no compartió este diagnóstico y afirmó que en ningún caso hubo desobediencia, sino un ejercicio en el que «un amplísimo sector puso de manifiesto que así no quiere seguir estando».

El coloquio, organizado por Federalistes d'Esquerres, no estuvo libre de tensión y el público increpó en diversas ocasiones a Monedero, que empleó un tono mitinero y áspero para el formato de debate, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Iceta evitó la confrontación directa con el portavoz de Podemos, a pesar de que éste atacó con dureza la trayectoria política del PSOE, al que acusó de «cubrir las espaldas de Pujol» y de la polémica reforma exprés del artículo 135 de la Constitución pactada con el PP en el 2011.