EL ÓRDAGO SOBERANISTA

El presidente del PSC y varios cargos críticos acuden a votar

Àngel Ros, alcalde de Lleida, vota en blanco para reclamar "diálogo"

JOSE RICO / BARCELONA

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Sin provocar el tumulto que retumbaba meses atrás en la sede del partido cada vez que algún dirigente osaba siquiera rechistar a las directrices oficiales, la dirección del PSC estuvo representada en la votación de ayer por uno de sus cargos más relevantes: el presidente del partido, Àngel Ros. Adscrito al sector crítico durante el mandato de Pere Navarro y elevado a la presidencia -sin funciones ejecutivas pero con un relevante peso simbólico- por el actual jefe de filas, Miquel Iceta, el alcalde de Lleida afirmó que había votado en blanco como gesto de rebelión contra el inmovilismo del Gobierno de Mariano Rajoy y para reclamar un «cambio» en la relación Catalunya-España.

La cúpula socialista consideró un «éxito de movilización» el sucedáneo de consulta, que demuestra la «gran voluntad de cambio» que existe en la sociedad catalana. Hoy está previsto que Iceta presente una propuesta de alternativa federal. «Voto en blanco porque el actual proceso no resolverá la crisis del país, y voto para oponerme al inmovilismo y la intolerancia del Gobierno del PP ante las aspiraciones de Catalunya», argumentó Ros en Facebook.

El alcalde leridano no fue el único cargo socialista que se acercó a su punto de votación. Representantes del sector más catalanista, como la diputada Marina Geli y la exconsellera Montserrat Tura, que todavía es militante del partido, apoyaron abiertamente el sí a la independencia, un posicionamiento que choca frontalmente con el de la dirección. Ambas sostuvieron que no son independentistas -Geli dijo apostar por la confederación posterior entre Catalunya y España tras una negociación de Estado a Estado- pero que decidieron votar sí-sí por la actitud del Gobierno central hacia Catalunya.

VENTURA, BOSCH Y BONET / También un sí-sí fue lo que marcó en su papeleta la que fue cabeza de lista del PSC en Girona en las municipales del 2011, Pia Bosch. En cambio, la exdiputada Laia Bonet optó, como Ros, por el voto en blanco «cómo símbolo de que todo está por hacer». La diputada díscola del PSC Núria Ventura no quiso revelar el sentido de su voto.