Amplio dispositivo policial para tutelar un día cívico y tranquilo

Fectorare es? Quam lis es bonervit aus vit.

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MAYKA NAVARRO / BARCELONA

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Hasta 7.000 agentes de los Mossos d'Esquadra participaron ayer en el dispositivo de seguridad diseñado por el comisario jefe José Luis Trapero y que tenía entre sus objetivos que la policía pasara desapercibida y no fuera protagonista de una jornada en la que solo los votantes debían aparecer en las fotos. Y lo consiguieron. Los mossos patrullaron durante todo el día por los alrededores de los 1.317 centros repartidos en Catalunya y solo entraron en los locales cuando fueron requeridos por los voluntarios para solventar alguna incidencia. Los altercados se contaron con los dedos de una mano.

El último de los incidentes ocurrió a primera hora de la tarde cuando un vecino de Vilaller (Alta Ribagorça) alertaba por Twitter a los Mossos d'Esquadra de la presencia en el punto de votación de un hombre «muy alterado» que amenazaba con un puño americano a los voluntarios de una de las mesas. La patrulla que custodiaba ese centro se acercó, obligó al individuo a abandonar el instituto, requisó el puño americano y el hombre fue imputado por un delito de amenazas.

ENCAPUCHADOS EN GIRONA

En Santa Margarida de Montbui (Anoia), los mossos identificaron a dos hombres que entraron en uno de los colegios y amenazaron a gritos con quemar las urnas. Aunque el incidente más destacable de la jornada ocurrió en Girona, cuando nada más abrir los puntos de votación cinco encapuchados accedieron a gritos en la Escola d'Hostaleria, donde rompieron platos, vasos y una de las urnas. El griterío provocó que algunas personas que ya esperaban en la cola para votar irrumpieran en el centro para ver qué ocurría y ayudaran a reducir y retener a los alborotadores, que finalmente fueron detenidos por los Mossos d'Esquadra.

SILICONA Y PINTADAS

Como ocurre en otras citas electorales algunos centros amanecieron con silicona en las cerraduras de las entradas, lo que provocó retrasos en la apertura. Y algunos institutos, como en el Pere Alsius de Banyoles o en la escuela Entorn de Porqueres, ambas poblaciones del Pla de l'Estany, lo que se encontraron los voluntarios al llegar fueron pintadas amenazantes e insultantes que fueron borradas antes de abrir las puertas para el inicio de la jornada de votación.

En poblaciones como Manlleu (Osona), los Mossos optaron por vigilar los centros integrados en patrullas mixtas, junto con agentes de la policía local. Y en ninguno de los casos se procedió a identificar a los voluntarios o responsables de los centros públicos que habían abierto la puerta de los establecimientos para que se realizara la votación. Lo único que entregó la policía a la fiscalía fue el listado con los nombres y ubicación de los 1.317 puntos de votación que funcionaron.

QUEMA DE UNA 'SENYERA'

Donde más visible fue la presencia de los Mossos d'Esquadra fue en los alrededores del edificio de la Delegación del Gobierno en Catalunya, en el Eixample de Barcelona. Un gran número de agentes de la brigada móvil, los antidisturbios de la policía autonómica, vigilaron de cerca la concentración del escaso centenar de ultraderechistas que se reunieron en contra del proceso participativo y a favor de la unidad de España. El acto, que contó con la presencia de algunos imputados por los altercados de la librería Blanquerna de Madrid, durante un acto de la Generalitat para celebrar la Diada del 2013, finalizó con la quema de una 'senyera' y gritos contra todos los partidos políticos.