Presión interna en Unió a favor de defender el 'sí-sí' el 9-N

Duran Lleida saluda a Josep Maria Pelegrí en el consejo de Unió.

Duran Lleida saluda a Josep Maria Pelegrí en el consejo de Unió.

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Fue un debate sobre el 9-N en tono constructivo -salvo la exaltada intervención de un veterano militante de base- y propiciado por el líder, Josep Antoni Duran Lleida. A puerta cerrada. El resultado, que la gran mayoría de los miembros del consejo nacional de Unió que intervinieron se mostraron partidarios del sí-sí en la consulta del 9 de noviembre.

Según las fuentes consultadas, no hubo ninguna intervención que defendiera votar sí-no. Es decir, votar a favor de que Catalunya se convierta en un Estado pero no independiente. Fue una sesión abierta por Duran en favor de un intercambio de pareceres sereno al respecto. Y los militantes que tomaron la palabra lo hicieron para expresar de forma más o menos explícita la apuesta independentista.

Hubo militantes que se explayaron a la hora de argumentar que la opción histórica de Unió en favor de convertir a España en una confederación hoy debería traducirse en la defensa de un Estado propio para Catalunya en el seno de la Unión Europea. La mayoría de los que tomaron la palabra agradecieron a Duran la mano tendida a debatir la posición final del partido.

Una posición que, con todo, no se definió. Y no se definirá hasta que la consulta esté formalmente convocada. En ese momento, se celebrará otro consejo nacional, este con carácter extraordinario, para definir la posicion.

Fuentes de la dirección admiten en privado que a la vista de que no existe unanimidad de criterios internos, lo mejor que podría pasar es no tener que tomar la decisión, ante la probable decisión del Gobierno de recurrir el 9-N ante el Constitucional para conseguir la suspensión de la convocatoria.

EL IMPROBABLE 'SÍ-NO' / En caso de tener que apostar por una respuesta, Duran Lleida ha afirmado en más de una ocasión que no es partidario de la independencia. Sin embargo, dada la inexistencia de una propuesta del Gobierno central para reforzar el autogobierno catalán, es decir, la llamada tercera vía, en la cúpula democristiana se ve improbable que el partido apueste por el sí-no. El debate acabó ayer con una intervención de Duran recordando que fue él mismo quien avanzó la intención de abrir una reflexión en el partido al respecto de esta cuestión.

Lo que sí parece tener claro y definido la dirección democristiana es su rechazo a la apuesta de Esquerra Republicana y de la CUP por llevar a cabo la consulta desobedeciendo al Estado si es preciso. «La desobediencia no lleva a ningún sitio», afirmó con rotundidad el secretario general de Unió y conseller de Interior, Ramon Espadaler.

A juicio del dirigente democristiano, se trata de una opción peligrosa. «Nos lleva a un camino que no queremos ¿Qué leyes podemos obedecer y cuáles no?». Espadaler trató de quitar presión a Unió sobre el voto del 9-N: «No haremos el debate condicionado por lo que piensen otros ni al servicio de nadie. Lo haremos al servicio de nuestro interés como partido».

Un partido que escogió al también conseller Josep Maria Pelegrí como presidente del consejo nacional, con el 86% de los votos favorables, el 8% en contra y un 4,9% de abstenciones.