OCULTACIóN DE FONDOS EN EL EXTRANJERO

El Parlament interrogará a Pujol el viernes 26 por su fraude fiscal

Jordi Pujol llega a su casa en Barcelona tras ser atendido de un esguince en el pie, el pasado 1 de septiembre.

Jordi Pujol llega a su casa en Barcelona tras ser atendido de un esguince en el pie, el pasado 1 de septiembre.

RAFA JULVE / JOSE RICO
BARCELONA

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Jordi Pujol comparecerá en el Parlament el viernes 26 a las cuatro de la tarde, dos meses después de confesar que mantuvo oculta una fortuna en el extranjero durante 34 años. El expresidente de la Generalitat se explicará en la Cámara en la fecha que a él le ha ido mejor y no en la que inicialmente le convocó la comisión de Afers Institucionals (CAI), que era el 2 de septiembre. Entonces se negó a hacerlo alegando que no quería restar protagonismo a los hechos de «gran voltaje político» de primeros de mes, léase Diada y aprobación de la ley de consultas, aunque hubo quienes interpretaron que su rechazo respondía a que no quería hablar hasta después de que su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, hubiera prestado declaración en la Audiencia Nacional como imputado por un delito fiscal y blanqueo de capitales.

La junta de portavoces de la CAI aprobó ayer por la mañana la fecha definitiva de la comparecencia. Posteriormente, la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, envió una carta al fundador de Convergència Democrática comunicándole el día fijado. Casi enseguida, Pujol le respondió con otro escrito en el que aceptaba acudir a la Cámara catalana para ofrecer explicaciones.

La negociación en la CAI respecto a esta comparecencia no estuvo exenta de polémica. Especialmente sobre la estructura de la sesión: algunos partidos propusieron que el interrogatorio se celebrara como en una comisión de investigación, en la que se establece un turno de preguntas y respuestas (o silencios) específico para cada grupo parlamentario. Sin embargo, CiU rechazó esa fórmula y recurrió al reglamento de la Cámara, que indica un mecanismo inquisitivo y que solo se puede modificar si existe unanimidad, tal y como indicó el letrado de la Cámara. En todo caso, la federación nacionalista dejó en manos de Pujol la última decisión.

Así las cosas, la estructura de la comparecencia sería la siguiente: tras una presentación a cargo del republicano Sergi Sabrià, presidente de la CAI, será Pujol quien tenga el turno de palabra durante 30 minutos como máximo para dar explicaciones. A continuación intervendrán los grupos parlamentarios, de mayor a menor representación y finalizando con CiU, y podrán hacer sus preguntas a lo largo de 10 minutos cada uno. Acto seguido, el fundador de CiU tendrá ocasión de contestar en bloque a todo el interrogatorio. También podría evitar responder a cualquier pregunta y remitir a los diputados a su discurso inicial, como hicieron en su día tanto Fèlix Millet como Jordi Montull, los saqueadores confesos del Palau de la Música Catalana.

LA MEDALLA DE TARRAGONA /Aclarada la fecha de la CAI, el PPC y Ciutadans trataron también ayer de acelerar los trámites para que se impulse la comisión de investigación sobre el caso Pujol. Sin embargo, el exmandatario nacionalista, que ya ha devuelto la medalla de la ciudad de Tarragona como le había solicitado su alcalde, Fèlix Ballesteros (PSC), no verá acelerado ese proceso. CiU y ERC vetaron en la Mesa de la Cámara que se aprovechara el pleno extraordinario sobre la ley de consultas de mañana para votar además la constitución de dicha comisión de investigación. Así, esa decisión no se tomara al menos hasta el pleno ordinario del 1 y 2 de octubre.

Tanto el popular Enric Millo como Carina Mejías (Ciutadans) acusaron a CiU y ERC de querer demorar la constitución de esa investigación parlamentaria para tratar de desactivarla. Ambos expusieron sus sospechas de que Esquerra podría dar marcha atrás y acabar rechazando una propuesta que impulsó ella misma. Se temen que los republicanos den por buena y suficiente la comparecencia de Pujol en la CAI si así les conviene para seguir presionando al Govern de Artur Mas en el camino hacia la consulta del 9-N.