Tribuna

¿Es necesario conocer el 11 de septiembre?

FRANCESC XAVIER HERNÁNDEZ CARDONA

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¿Es importante que la ciudadanía conozca que pasó el 11 de septiembre de 1714? Sí, es importante, útil, funcional... Nos ayuda a pensar y decidir. Entendemos por 11 de septiembre el último acto de la guerra de sucesión. El asalto a Barcelona cerró el conflicto aunque la resistencia duró en Cardona hasta el día 18, y en Mallorca y en Ibiza hasta 1715.

La victoria borbónica supuso la liquidación del Estado catalán, una formación política nacional que se había configurado desde la edad media y que tenía en el ordenamiento constitucional su rasgo de personalidad más definido. De otro modo, los hechos dejaron una profunda secuela, ya que los catalanes siguieron recordando las libertades perdidas, y la memoria de la epopeya también se convirtió en una variable política que influyó en los siglos siguientes.

Por lo tanto, al referirnos al concepto del 11 de septiembre debemos considerar a la vez historia y memoria. Tal paradoja es una evidencia, dado que sucesos históricos recientes como la manifestación del 11 de septiembre de 1977 o la cadena humana del 2013 se dieron en un contexto de conmemoración de 1714. También el hecho de que el Parlament de Catalunya, la máxima institución democrática del país, declarara el Onze de Setembre como Diada nacional evidencia la importancia del concepto y su potencia simbólica e identitaria.

Por todo ello, podemos afirmar que conocer la historia y la memoria del 11 de septiembre resulta importante para aproximar el pasado de aquel siglo, pero también para entender el pasado reciente y el presente. Este conocimiento necesario se basará a partir de las aportaciones científicas que nos proporciona la historia. Podemos justificar la necesaria aproximación al pasado a partir de cuatro ejes:

1. Los hechos del 11 de septiembre supusieron el fin del Estado catalán. Catalunya, un país conservador, pero políticamente avanzado que se regía con un sistema constitucional, perdió la libertad, fue ocupado, saqueado y gobernado despóticamente. Es evidente, pues, que la fecha es importante dado que los catalanes perdieron la preciosa herencia de civilización que suponían las constituciones. Catalunya fue anexionada a España por la fuerza y este hecho hipotecó el devenir y todavía condiciona el presente. Sin el conocimiento de los hechos difícilmente podremos entender los precedentes de la sociedad catalana de hoy que posibilitan la comprensión del presente.

2. Los hechos del 11 de septiembre deben entenderse en un contexto de enfrentamiento entre el absolutismo borbónico y los sistemas constitucionales 'protodemocraticos' que contaban con el apoyo del imperio austríaco. Catalunya, país constitucional, luchó junto a las potencias que optaban por la libertad política y el progreso económico (Inglaterra, Holanda) y en el entorno de la monarquía tradicional de los Habsburgo. La guerra de sucesión puso los fundamentos de la modernidad política, y Catalunya estuvo, también, en la base de este movimiento que incidió en la construcción de la nueva Europa. Contrariamente, el absolutismo fue una vía muerta en la historia de la humanidad. Saber que los catalanes contribuyeron, con su cultura constitucional, a un mundo de libertades es importante.

Amor a la libertad

3. Los hechos del 11 de septiembre evocan la epopeya de la gente de un pequeño país que luchó para conservar y acrecentar las libertades y se enfrentó a la barbarie militarista de los borbones. Los catalanes basaron durante mucho tiempo sus rasgos identitarios en unas leyes que garantizaban las libertades, y este rasgo, el amor a la libertad, continúa. La historia es importante, pero también lo es la memoria, y el orgullo de pertenecer a una sociedad que defendió la libertad es un valor positivo.

4. Los hechos del 11 de septiembre forman parte de nuestra cotidianidad. Hace tiempo que los catalanes conmemoran la fecha con iniciativas y rituales. La fiesta nacional está en el imaginario. El impacto de la epopeya fue tan grande y el recuerdo de la libertad tan fuerte que los catalanes mantuvieron la memoria, y nunca renunciaron a recuperar su libertad. La evolución contemporánea de Catalunya no se puede entender si no tenemos en cuenta la memoria de 1714 y los movimientos de masas vinculados a la conmemoración del 11 de septiembre que se dieron desde los años 70 hasta la actualidad. Esto forma parte objetiva de la historia y por tanto también se debe conocer.

En definitiva, las sociedades no pueden construir su futuro en base al olvido y la ignorancia de su pasado. Es por eso que se deben conocer los hechos del 11 de septiembre, en base a las aportaciones científicas de la historia, en tanto que también constituyen una pieza crítica para incidir en la construcción de la Catalunya del futuro.