Irrupción de una nueva formación política

El cinturón lila de Podemos

RAFA JULVE / Barcelona

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Dos meses y medio después de las elecciones europeas, lejos de desinflarse o de estancarse, Podemos sigue acumulando apoyos debido al descontento de la ciudadanía con los grandes partidos. También en Catalunya y, especialmente, en el área metropolitana de Barcelona: la nueva fuerza liderada por Pablo Iglesias ha empezado a hacerse un hueco allí donde antaño las urnas se teñían de un rojo intenso socialista ahora difuminado. A menor escala que otras organizaciones, sí, pero el cinturón lila empieza a ensancharse.

Que un partido logre la mitad de sus votos en los 36 municipios que conforman esa primera corona de la conurbación barcelonesa no es algo excepcional (al fin y al cabo, en esa zona viven 3,2 millones de personas, el 42% de los habitantes de Catalunya). En su caso, Podemos obtuvo en esas localidades 62.909 de las 117.096 papeletas que obtuvo en el total de la comunidad autónoma en los eurocomicios. Pero ese es solo uno de los datos que apuntalan la tesis de su expansión.

Otra prueba de esa teoría la encontramos en el porcentaje de voto. En las únicas elecciones a las que ha concurrido, el nuevo partido obtuvo en toda Catalunya el 4,66% de los escrutinios. Solo en ocho de las 36 ciudades del área metropolitana se quedó por debajo de ese guarismo y, en cambio, en algunas lo duplicó o incluso llegó más lejos. Badia (10,30%), Ripollet (10,19%) y Barberà del Vallès (9,70%) fueron las tres poblaciones con mejores resultados en cuanto a porcentaje, pero también le fueron muy bien las cosas a la fuerza progresista en otras localidades con más habitantes como El Prat de Llobregat (9,01%), Viladecans (8,02%) o Sant Boi de Llobregat (7,99%).

DE 50 A 100 EN DOS MESES / En todo caso, de aquello ha pasado casi un trimestre, por lo que cabe fijarse en otras hojas de cálculo para ver la evolución. Por ejemplo: hace dos meses, los portavoces de Podemos advertían de que los buenos resultados obtenidos en su estreno lo eran todavía más si no se perdía de vista que muchos ciudadanos ni siquiera sabían que existía su partido. Ahora la situación ha cambiado. Antes de mayo, la organización contaba con menos de una cincuentena de círculos -así denomina a sus agrupaciones- en todo el territorio catalán. Ahora son un centenar, con muchas incorporaciones en las últimas semanas.

De nuevo, en ese recuento lleva la voz cantante el área metropolitana de Barcelona. Mientras la fuerza de Iglesias encuentra más dificultades para crecer en las provincias de Girona, Lleida y Tarragona, en la primera corona de la capital catalana ya cuenta con agrupaciones en casi todos los municipios. En total, a principios de agosto, 26 de las 36 localidades ya aparecían en la web del partido con círculos constituidos (podemos.info/circulos). No obstante, a estas hay que sumar otras poblaciones en las que ya se han celebrado asambleas y que mantienen una intensa actividad de divulgación a través de las redes sociales, por lo que en breve serán oficializadas. A inicios de mes, Podemos solo estaba ausente en internet en Castellbisbal y Sant Joan Despí, mientras que en otros municipios como Molins de Rei ya había manifestado su intención de concurrir a las elecciones municipales del año que viene, avanzándose a otros núcleos que todavía lo tienen que decidir en próximas asambleas. En Barcelona, sus representantes han empezado a debatir si lo hacen de la mano de Guanyem, una posibilidad que Iglesias y su equipo contemplan con simpatías.

LA SEGUNDA CORONA / Si ponemos la lupa en el segundo arco que envuelve a la capital catalana, nos encontramos con que a lo largo de este año también se han asentado asambleas en localidades como Terrassa (3.970 votos en las europeas, el 5,58%), Sabadell (5.177; 7,11%), Rubí (1.473; 6,71%), Mataró (2.183; 5,52%), Vilanova i la Geltrú (1.356; 5,86%)... Alrededor de dos terceras partes de los círculos de Podemos están situados en la provincia de Barcelona, la gran mayoría de ellos en las comarcas más cercanas a la metrópolis.

En unos y otros puntos, además, se genera una coincidencia: entre otras razones, el partido crece gracias al respaldo de ciudadanos que, enfadados con las fuerzas tradicionales, optaban por la abstención, y también ha contribuido el descontento con los socialistas. Volviendo al área metropolitana, el PSC perdió en las pasadas elecciones europeas 164.565 votos respecto de los comicios del 2009. De ello se aprovecharon varios partidos. También Podemos, que sigue subiendo en los sondeos gracias a la publicidad que se le ha hecho al partido desde que lograra cinco eurodiputados.