Rajoy niega que las medidas de regeneración democrática sean una "ocurrencia" del PP

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la clausura de la escuela de verano que el PP ha dedicado este año a debatir sobre cómo mejorar la calidad de la democracia, ha advertido al resto de partidos, que se burlan y rechazan las ideas propuestas con el argumento de que un partido acosado por el 'caso Bárcenas' no puede dar lecciones al resto, que medidas como la elección directa de los alcaldes "no es una ocurrencia", sino una propuesta seria que figuraba en el programa del PSOE y en las leyes electorales de otros países.

Rajoy ha señalado que, a partir de septiembre, presentarán sus propuestas al resto de grupos y el PP "estudiará las suyas", si es que las tienen, ha señalado, y "si no, que no digan nada", pero no ha querido concretar ninguna de las medidas en concreto.

Tras repasar el cambio económico que ha experimentado España en estos dos años gracias, en su opinión, a su programa reformista –“el balance es que nos dejaron un presente plagado de incertidumbres y estamos construyendo un mañana plagado de seguridades” – y sacar pecho de que los ajustes se han efectuado “sin liquidar el Estado del Bienestar”, ha dibujado un panorama para España lleno de “optimismo”.

El presidente ha destacado la importancia que, según él, España tienen en el mundo y ha subrayado que ante el futuro del país no sobra nadie, pero sería muy bueno que hubiera "menos extremistas, pesimistas y agoreros" y más gente orgullosa de su país.

El recuerdo de Miguel Ángel Blanco

Hoy se cumplen 17 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco y el PP le ha rendido a lo largo de la escuela de verano varios homenajes. Rajoy, por ejemplo, tras un minuto de silencio en honor del político del PP asesinado por ETA, ha comenzado su discurso señalando que sus valores y sus ideas en torno a un “país unido en concordia y paz siguen vivas” como señas de identidad de la formación conservadora.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, por su parte, ha entregado el II Premio Oswaldo Payá a la defensa de la democracia al conglomerado de partidos opuestos al régimen de Nicolás Maduro llamado La Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela, y en su nombre, a su secretario general, Ramón Guillermo Aveledo.

Aprovechando la entrega del galardón, la número dos del PP ha cargado contra aquellos partidos “populistas” en alusión al régimen chavista pero también a Podemos, en España, que hablan de “libertad y democracia y con sus hechos contradicen todos los días sus palabras”, y pretenden así poner “en tela de juicio la división de poderes y la democracia representativa”.

La vuelta a las ensencias del PP

Y el presidente de Madrid, Ignacio González, que junto a Esperanza Aguirre, reclama al PP endurezca su discurso en los temas más polémicos, ha aprovechado su intervención para reivindicar que la formación conservadora ahonde en sus señas de identidad. En cuanto al problema catalán, por ejemplo, González ha señalado que los “nacionalistas ven en este desafío la oportunidad de romper España y la ziquierda la oportunidad para sacar rédito electoral”.

González ha considerado que “España necesita cambios y mejoras, no la ruptura que propone la izquierda” y ha reclamado a los suyos, en alusión a los escándalos de corrupción que han afectado al PP y a muchos de sus cargos que reconozcan sus “errores” y cambien de actitud porque “la gente puede perdonar” el pasado “pero no que se persista” en determinadas conductas. “La regeneración consiste en escuchar a la gente y no en primarias o en modelos castristas”, ha concluido.