Más cerca del 9-N

Sin ley electoral a la vista y a cuatro meses del simbólico 9 de noviembre, la que se presume como ley estrella de los últimos años va quemando etapas de llano entre alguna rompepiernas hasta que llegue el verdadero Tourmalet, que no es otro que el presumible recurso ante el Tribunal Constitucional por parte del Gobierno de Mariano Rajoy (entre otros).

La ponencia parlamentaria sobre ley de consultas populares no referendarias y de participación ciudadana celebrará este viernes su última, y se prevé que maratoniana reunión, en la que los grupos deberían consensuar un texto base que el miércoles que viene debería someterse a votación en la comisión de Afers Institucionals. A partir de ahí, el documento se llevaría al Consell de Garanties Estatutàries para que dictaminara si se ajusta al Estatut y la Constitución.En septiembre, con el veredicto en la mano y tras las enmiendas pertinentes, la Cámara debería darle el visto bueno definitivo para que el plebiscito de autodeterminación tuviera el "amparo legal" que reclama el 'president' Artur Mas. Pero si hablamos en condicional es porque el trabajo que queda por hacer aún es mucho. "Se han alcanzado acuerdos en los temas básicos, y se han incorporado todas las aportaciones del PSC", detalla una fuente a este diario. .

Lo esencial para un cambio de modelo

Algunos aspectos, sin embargo, empiezan a aclararse. En el frente político, el futuro nuevo líder del PSC, Miquel Iceta, ha explicitado su intención de apoyar la norma pese a estar en contra del 9-N. Así, el ponente socialista Ferran Pedret se alinearía con CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP, y el PPC se quedaría en el bando opuesto con Ciutadans, que ni ha participado en la ponencia.

El contenido

Los grupos contemplan que en las consultas puedan votar los mayores de 16 años, los inmigrantes --falta aclarar con cuantos años de residencia y si hay diferencias entre comunitarios y extracomunitarios-- y también trabajan para impulsar el voto electrónico. Además, se ha evaluado la posibilidad de que puedan participar en el plebiscito los catalanes que residen en otras comunidades autónomas. Sin embargo, los informes jurídicos de los partidos indican que será muy difícil que finalmente se pueda aplicar esta medida.

Los miembros de la ponencia también han acordado que en las consultas que afecten a toda Catalunya las urnas estarán abiertas un día, y que las instituciones que firmen la convocatoria no podrán llamar a la participación. También queda pendiente cerrar el acuerdo sobre el funcionamiento y composición del órgano de garantías de las consultas.