ENTREVISTA CON EL ASPIRANTE AL LIDERAZGO DE LOS SOCIALISTAS

Eduardo Madina: «Quiero un PSOE que sea de izquierdas y sin complejos»

Eduardo Madina, en una de las azoteas del Congreso de los Diputados, ayer.

Eduardo Madina, en una de las azoteas del Congreso de los Diputados, ayer.

JUAN RUIZ SIERRA
MADRID

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Hace dos años y medio, tras las generales, muchos militantes y cargos del PSOE, entre ellos Susana Díaz, la presidenta andaluza, vieron en Eduardo Madina al candidato de unidad que necesitaba el partido. El diputado vasco no se consideró capaz. Ahora, en cambio, ha dado un paso al frente, pero un sector importante de los barones socialistas, que impulsaron sin éxito a Díaz a la secretaría general, le miran con recelo. Él, mientras tanto, dice que los militantes son «los dueños de su voto». Si pueden participar en el congreso (lo harán el 13 de julio) es en parte debido a que Madina así lo pidió.

-Sostiene que una parte del electorado ha buscado al PSOE y no lo ha encontrado. Ponga algún ejemplo.

-Se han desdibujado claves en nuestra concepción del desarrollo de la economía y en nuestra propuesta fiscal. Hemos perdido credibilidad en la defensa de algunas cosas en las que creemos. Por eso un sector de la sociedad se ha ido bien a la abstención, bien a partidos de todo tipo.

-Pide girar a la izquierda, entonces. 

-Solo puedo entender un PSOE de izquierdas. ¿Qué es ser de izquierdas? Yo lo tengo claro: una propuesta económica propia, la recuperación de los derechos de los trabajadores y una apuesta por los derechos y obligaciones de ciudadanía.

-«No soy el candidato de la derecha», insiste en sus actos, insinuando que hay en el PSOE un aspirante que la derecha prefiere. ¿Es así?

-No soy el preferido de la derecha, no hay más que observar algunas líneas editoriales. Pero lo respeto. Mi propuesta es un gran pacto interno de unidad, para un PSOE claramente de izquierdas, sin ningún complejo con nadie, ni a la izquierda ni a la derecha. Soy de izquierdas, así que no me extraña nada que para algunos yo no sea su candidato.

-¿Qué ofrece que sea distinto?

-Ya he empezado pidiendo voto directo de los afiliados. Vinculé mi candidatura a que los militantes estuvieran presentes en este congreso. Puedo ofrecer renovación, un pacto intergeneracional y un anhelo de unidad para no repetir problemas que hemos padecido. En el año y medio que queda hasta las generales, puedo ofrecer la construcción de un proyecto de profunda transformación y apertura del PSOE, la convocatoria de primarias abiertas en noviembre, tal y como estaban previstas, y la búsqueda de un gran espacio con movimientos progresistas.

-¿El estado del PSOE deriva de la falta de integración en el último congreso, cuando se midieron Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón?

-Allí se cometieron algunos errores que en parte están detrás de que no hayamos estado todo lo fuertes que podríamos haber estado.

-¿Qué entiende por renovación?

-Quiero renovar partes importantes de la dirección del partido, pero también contenidos políticos: una apuesta decidida por la competitividad de la economía y la creación de empleo, por la protección constitucional de la educación y la sanidad, y una apuesta en materia de derechos, obligaciones y libertades públicas. Esas deben ser las tres claves.

-En el 2011, muchos militantes y dirigentes le pidieron que diera un paso al frente. Usted declinó. ¿Por qué entonces no y ahora sí?

-No tenía ni el equipo, ni el proyecto, ni el estado de ánimo que se necesita para dar un paso de esta entidad. La honestidad con la que supe decir que no, que tampoco es fácil, es la misma honestidad con la que ahora doy este paso. Tengo un gran equipo, una idea de lo que el partido debe ser y el estado de ánimo adecuado. Creo que entonces acerté y que ahora estoy haciendo lo que debo.

-Hace dos años y medio, a usted se le veía en las cúpulas territoriales como un candidato de unidad. Ahora no. ¿Qué ha pasado?

-Las opiniones, en política, son dinámicas. No tengo nada más que decir sobre ese cambio. Lo respeto.

-Usted despierta temores en el sector financiero. ¿Quién forma parte de su equipo económico?

-Hay economistas del partido que trabajan con nosotros. Y gente externa que tiene mucha credibilidad. Prefieren mantener el anonimato hasta que todo se resuelva.

-Pide que el programa electoral sea un contrato con los ciudadanos. ¿Cómo puede garantizar que lo va a aplicar, además de dar su palabra?

-Cuando un programa es votado mayoritariamente por la sociedad, deja de pertenecer al partido. Pertenece a la sociedad. El cumplimiento es obligado. Mi compromiso es pleno.

-Entonces, si usted pasara por lo que pasó Zapatero en mayo del 2010, convocaría elecciones, ¿no?

-Junto a otros gobiernos europeos, necesitamos generar condiciones en la economía y la fiscalidad para que no se repitan las circunstancias dramáticas que se han vivido en los países del sur de Europa. Trabajaré para que ese escenario no se vuelva a dar.

-Consulta en Catalunya, y solo en Catalunya, ¿sí o no? 

-Tenemos derecho a decidir una reforma federal que articule un mecanismo de convivencia para las próximas décadas que sea sólido y valiente. Esa es la única propuesta constructiva que he visto encima de la mesa. Y es del PSOE.

-Sin embargo, el porcentaje de catalanes que reclama un referendo va aumentando.

-Necesitamos medidas que recuerden que con la convivencia este país es mejor, propuestas valientes de reforma constitucional para avanzar en reconocimientos políticos de las autonomías, en profundización competencial y en suficiencia financiera.

-Si es elegido secretario general, ¿presentará iniciativas en este sentido en el Parlamento?

-Hablaré con el Gobierno. Trataré de crear climas propicios para una reforma de tal entidad. La Constitución no es del PSOE ni de nadie. Es de todos. Por lo tanto, debe ser reformada con consenso. Presentaré iniciativas y trabajaré para que en el programa esta propuesta quede delimitada.

-Usted está de acuerdo con el aforamiento de Juan Carlos, pero no con el mecanismo elegido por el Gobierno. ¿Por qué el exjefe de Estado debe disfrutar de esta fórmula si ya no ejerce?

-Es un debate que se ha ordenado mal y no tiene el marco legislativo adecuado. Debería haber un debate sereno y profundo.

-¿Se puede ser republicano y sostener la Monarquía?

-Se puede ser republicano y sostener la convivencia. El PSOE está lleno de militantes republicanos que saben que forman parte de un partido que siempre ha estado al servicio de la convivencia.