las finanzas autonómicas

Cada catalán aporta 2.055 € más de los que recibe, según el Govern

AGUSTÍ SALA
BARCELONA

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Cada catalán aportó en impuestos en el 2011 una media de 2.055 euros más de los que recibió del Estado español en forma de inversiones, una cifra inferior a los 2.260 euros de déficit del ejercicio anterior. Esa es una de las conclusiones de la actualización de las balanzas fiscales presentada ayer por el conseller de Economia, Andreu Mas-Colell.

Los datos revelan que el déficit fiscal de Catalunya bajó ese año hasta 15.006 millones de euros, el 7,7% del producto interior bruto (PIB), por debajo de la media del 8% de los últimos años y el menor desde el 2001, el ejercicio en el que se modificó el método de cálculo. Esto resulta con el sistema de flujo monetario, que relaciona lo que aporta el territorio con lo que recibe y que es la modalidad preferida de la Generalitat.

Con el sistema que imputa gastos generales como Exteriores o Defensa (método de carga-beneficio), el desfase en las relaciones financieras con el Estado también bajó hasta 11.087 millones, el 5,7% del PIB.  Pese a bajar, es un desfase «estructural», como revela la serie histórica.

El descenso por debajo de la media de los últimos años no se producía desde el 2006. La reducción del saldo negativo se debió esencialmente a la rebaja del déficit del Estado en el 2011, que hizo que a los españoles (y los catalanes, por la parte que les toca) les correspondiera menos endeudamiento.

Según Mas-Colell, de todos los estudios existentes se deduce que Catalunya es un contribuyente neto: «paga todo lo que recibe, y con creces», y hace una «muy generosa contribución a la bolsa común». Con el déficit fiscal podría haber financiado sus gastos de salud, educación y bienestar en el 2011, aseguró.

Los estudios a los que se refería el conseller son los que tiene que presentar el Ministerio de Hacienda. Está previsto que sea a finales de mes, según uno de sus autores, el director de Fedea, Ángel de la Fuente, quien adelantó que las cifras «están muy por debajo de las que ofrece la Generalitat», informa Rosa María Sánchez. Los autores utilizan el método de carga-beneficio.

Para atajar rumores, Mas-Colell destacó que Catalunya tuvo superávit en la Seguridad Social de unos 24.000 millones entre 1995 y el 2011, mientras que el Estado tuvo un déficit de 82.000 millones. Y el superávit compensa totalmente el déficit de los últimos años de crisis, agregó. Según el cálculo de los expertos por mandato del Parlament con el método que prioriza la Generalitat (flujo monetario), Catalunya aportó el 19,2% de los ingresos al Estado, por encima de su peso económico (18,6% en el 2011), mientras que recibió el 14% del gasto total, por debajo de su peso poblacional (16%). Y lo mismo pasa con el sistema de carga-beneficio, con una aportación del 18,9% y el 15% de gasto.

El conseller admitió que Catalunya está por encima de la media en renta, pero no es la más rica. «Es lógico que contribuya, pero hay que discutir cuánto», dijo, y defendió el derecho a recibir «solidaridad de vuelta». El estudio demuestra también que cuando se elimina la Seguridad Social en los cálculos de la balanza, ligada a derechos individuales, el déficit fiscal se dispara hasta el 10,1% del PIB, al basarse en políticas del Estado «de carácter discrecional».

REFORMA FISCAL / Mas-Colell dijo que nunca había utilizado la expresión «España nos roba», pero sí que creía que «España nos frena». También dijo que financiación autonómica y balanzas fiscales «no son lo mismo», porque lo primero está relacionado «con un reparto competencial». Afirmó que, a medio plazo, o las comunidades reciben más recursos o «se irá de facto a un nuevo reparto competencial» que conllevará recentralización. También teme, agregó, que las autonomías sean las víctimas de la reforma fiscal del Gobierno central, y apeló a la cautela antes de anunciar bajadas de impuestos.