MOVIMIENTOS EN LAS FILAS REPUBLICANAS

Portabella tira la toalla y renuncia a competir en las primarias de ERC

Oriol Junqueras y Jordi Portabella se abrazan tras la rueda de prensa de ayer en la sede de ERC.

Oriol Junqueras y Jordi Portabella se abrazan tras la rueda de prensa de ayer en la sede de ERC.

JOSE RICO
BARCELONA

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Dos días después de dejar a ERC en sus cotas más bajas desde que encabezaba la candidatura republicana en Barcelona (33.593 votos y dos concejales), el 24 de mayo del 2011, Jordi Portabella afirmaba que había logrado «resistir» al tsunami que había hecho desaparecer a Esquerra de muchos grandes ayuntamientos en las elecciones municipales. Y con ese argumento defendía su legitimidad para presentarse a la reelección, por quinta vez, en el 2015. Pero las cosas han cambiado tanto en ERC en estos tres últimos años que el único superviviente de la vieja guardia del partido, la que llevó las riendas en medio de cainitas disputas hasta la llegada de Oriol Junqueras, también ha acabado claudicando. El líder ha logrado salvar sin guerras el relevo probablemente más complicado.

Portabella anunció ayer que no repetirá como cabeza de lista, es decir, que renuncia a competir en las primarias con el diputado en el Congreso Alfred Bosch y el diputado en el Parlament Oriol Amorós, que hoy está previsto que confirme su candidatura. El edil se escudó en la estrategia de renovación puesta en marcha por Junqueras para justificar su paso atrás, pero le costó argumentar que tire la toalla justo cuando las expectativas electorales de Esquerra apuntan más alto. Los republicanos acaban de ganar las europeas -también en Barcelona- y las encuestas le sitúan en condiciones de disputarle a CiU la alcaldía de la ciudad.

De hecho, Portabella admitió que se veía capaz de seguir encabezando la candidatura municipal de Esquerra, y en ese objetivo ha maniobrado en los últimos días para intentar un pacto con Bosch, a quien ofreció ser su número dos con la promesa de renunciar en caso de no lograr la alcaldía. El concejal negó presiones para ceder el testigo -«Nadie me ha dicho que me presente, ni que no me presente»- y evitó decantarse por uno de los aspirantes en liza. Pero se entendieron las preferencias de quien fuera aliado de Amorós durante años cuando recomendó que el futuro alcaldable debe ser alguien que conozca bien la ciudad y tenga dedicación exclusiva a ella, una condición que, por su cargo en el Congreso, Bosch no cumpliría, dado que no tiene previsto dejar el escaño.

VARIOS CARGOS / No obstante, Amorós también ejerce en estos momentos varias responsabilidades en ERC. Es vicesecretario de comunicación del partido, dirige la potente federación barcelonesa y ocupa la portavocía adjunta del grupo republicano en el Parlament. Junqueras no ve obstáculo en tanto cargo acumulado y dejó en manos de ambos dirigentes la posibilidad de renunciar al escaño, recordando que él mismo es presidente del partido, diputado y alcalde de Sant Vicenç dels Horts.

Salvo pacto de última hora, Amorós y Bosch se verán las caras el 11 de julio en las primarias. Hasta el 25 de junio tienen de tiempo para reunir los 150 avales (un 15% de la militancia) que exige el reglamento para ser candidato. En un intento de ahuyentar fantasmas, Junqueras confió en que ambos dirigentes protagonicen una carrera de guante blanco, para que ERC no vuelva a las andadas.