ANÁLISIS

Abdicar a tiempo

IAN GIBSON

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mi reacción ante la tremenda noticia es la de una persona nacida fuera pero que, instalada aquí desde 1978, ha dedicado muchos años de su vida a indagar sobre aspectos de la cultura reciente de su país de adopción. Y esa persona que soy yo tiene, como es natural, su propia visión del Estado futuro deseado:  una Tercera República capaz de aprender de las lecciones de las dos primeras, así como de las de la llamada, y no perfecta, transición. Un proyecto al cual se podría adherir, si quisiera, Portugal, ese territorio desconocido que se encuentra al lado. Pues ¿quién nos prohíbe soñar con una plurilingüe y polifacética República Federal Ibérica?

Dicho esto, creo que don Juan Carlos ha hecho un trabajo plausible,  pese a algunos tropiezos de gravedad; que estamos muy en deuda con él (y con la Reina); y que abdicar en este momento es una decisión valiente, inteligente y oportuna.  Imposible no compararla, de hecho,  con el escenario imperante en Gran Bretaña, donde el pobre Carlos lleva décadas esperando entre bastidores su turno (repitiéndose el trato dispensado por la longeva reina Victoria a su dolido vástago). Ya que se va a seguir con la Monarquía, entiendo que es una gran suerte tener un sucesor como Felipe de Borbón, todavía joven, preparadísimo para asumir el relevo y hombre (me consta) que sabe escuchar. Démosle la oportunidad de ejercer sus cualidades. La Tercera República puede esperar un poco. Mientras tanto, hay que poner la casa común en orden -espero que siga siendo común- y conseguir la derrota contundente, dentro de dos años, de quienes actualmente nos están malgobernando con tanto descaro.