Junqueras dice que CiU y PSC son "la vieja política" rendida al poder con BCN World

El dirigente de ERC y Ernest Maragall ven en su pacto europeo el embrión de una socialdemocracia catalana potente y unida

Oriol Junqueras (izquierda) y Ernest Maragall, en un acto en el Col·legi de Periodistes de Catalunya, el 4 de marzo.

Oriol Junqueras (izquierda) y Ernest Maragall, en un acto en el Col·legi de Periodistes de Catalunya, el 4 de marzo. / periodico

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El presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, ha cargado este lunes contra CiU y PSC, partidos que representan "la vieja política, el establishment --poderes fácticos-- y el statu quo" por acuerdos a los que han llegado recientemente como el de BCN World, la externalización de la publicidad en TV-3 y las conclusiones de la comisión de investigación de la sanidad pública catalana.

En un acto con Ernest Maragall (NECat) moderado por el exconseller Joan Manuel Tresserras, ha censurado que el gobierno catalán y los socialistas han firmado para asegurar el macrocomplejo de ocio "un mal acuerdo que menosprecia la capacidad de negociación de las instituciones públicas catalanas". "Mientras estamos pidiendo un esfuerzo a todos, los que más tienen son los que menos pagarán", ha criticado el líder republicano en alusión a la rebaja fiscal sobre el juego que recoge el acuerdo firmado entre el PSC y CiU este fin de semana y que, según ha asegurado, el no hubiera avalado en ningún caso.

Junqueras, único socio parlamentario de CiU y del 'president' Artur Mas, ha lamentado que en Catalunya existan unos poderes fácticos que aparecen en seguida si te acercas y "rascas el más pequeño de sus privilegios", y ha considerado que CiU y PSC se alinean con ellos en lugar de hacerles frente. También ha criticado que el macrocomplejo de ocio lleve el nombre de la capital catalana: "La marca Barcelona es lo bastante valiosa como para regalarla a un mal acuerdo", ha insistido Junqueras, que considera que ERC podría haber avalado el proyecto si se hubiera planteado de otra forma muy distinta.

Por ejemplo, ha dicho que en lugar de plantear una rebaja fiscal se deberían haber planteado bonificaciones fiscales por crear puestos de trabajo, y ha lamentado que, por contra, se ha aceptado una "rebaja fiscal brutal" imposible de justificar en tiempos de crisis y de austeridad de las cuentas públicas; ha asegurado que ERC aspira a modificar puntos del acuerdo para mejorarlo. También Maragall ha cargado contra el acuerdo CiU-PSC sobre BCN World porque da "la peor imagen del modelo de país que se tendría que plantear", y ha dicho que representa los peores vicios de la política rendida a los poderes que no han pasado por las urnas.

Socialdemocracia catalana

Junqueras y Maragall han presentado su alianza para las elecciones europeas como el embrión de un futura socialdemocracia catalana unida y con la potencia suficiente para gobernar Catalunya a corto plazo. El presidente de ERC ha dicho que uno de sus principales objetivos es "dejar de ser independentista" porque Catalunya ya sea un Estado independiente; simultáneamente, cree que esto permitirá crear un espacio socialdemócrata integrado por partidos como ERC y NECat.

Junqueras considera que, si Catalunya fuera "un país normal de Europa", ya haría tiempo que él y Maragall militarían en un mismo partido de centro izquierda, homologable al SPD alemán o a la socialdemocracia holandesa, los partidos mayoritarios de la izquierda en estos dos Estados.

El presidente de ERC ha dicho que, pese a que a su partido forma parte del grupo verde en la Eurocámara y está satisfecho de ello, quiere "estrechar mucho los lazos" con el partido socialista europeo que lidera el alemán Martin Schulz, y cree que Maragall puede ayudar a esta tarea si es eurodiputado. Maragall, que es el número dos de la lista republicana tras el filósofo Josep Maria Terricabras, ha celebrado que su alianza con ERC para estos comicios es "un primer paso para la confluencia de las izquierdas catalanas para construir una alternativa ganadora en Catalunya".

El exconseller, que ha tildado veladamente al PSC de socialismo oficial o socialismo de obediencia española, ha dicho que la alianza de la izquierda no tiene que servir para ganar las elecciones con "40 diputados", sino para tejer una mayoría que sirva para transformar Catalunya.