El Congreso rechaza la consulta con los votos de PP, PSOE y UPD

Rosa Díez, impulsora de la proposición contra la consulta, habla con Alfonso Alonso, del PP, este jueves en el Congreso.

Rosa Díez, impulsora de la proposición contra la consulta, habla con Alfonso Alonso, del PP, este jueves en el Congreso. / epp

JUAN RUIZ SIERRA / Madrid

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Con más de 270 votos sobre 350, el Congreso ha mostrado hoy su primer repudio al proceso soberanista desde que el 'president' Artur Mas fijó la doble pregunta del referendo y la fecha de su celebración, que en principio tendrá lugar el próximo 9 de noviembre. No se trata de un rechazo definitivo, ya que este llegará en marzo o abril, cuando los partidos catalanes traigan a la Cámara baja su proposición para que el Estado delegue la competencia para convocar consultas, sino de una especie de ensayo general de lo que ocurrirá entonces.

Al final, UPD, promotora de la moción de repudio, ha logrado arrastrar a su terreno al PP y a los socialistas (PSC incluído), pese a que ambos estiman que Rosa Díez, la líder del joven partido, solo intenta capitalizar la actual tensión territorial. Díez tenía en su mano sumar a los socialistas. La iniciativa de UPD constaba de dos puntos: uno se limitaba a rechazar la consulta de forma "tajante"; el otro, a instar al Gobierno a que utilice "los instrumentos" jurídicos, incluida la suspensión de la autonomía, para "remediar el incumplimiento de la legalidad". El PP y el PSOE estaban de acuerdo con el primer apartado, pero no con el segundo, porque implicaría que el Congreso se declarase competente para certificar ilegalidades, algo que corresponde a los tribunales.

Cambio de criterio

Los dos partidos mayoritarios presentaron enmiendas para sustituir este último punto. Ambas hablaban de que el Ejecutivo debe "garantizar" el cumplimiento de las normas, pero el PP, en una referencia a la polémica sobre la inmersión lingüística, añadió la necesidad de que "todas las instituciones" cumplan las sentencias. Díez aceptó el martes la modificación que proponían los conservadores, lo cual abocaba al PSOE a la abstención, pero ayer, en un gesto que todos los grupos achacaron a sus ansias de protagonismo y que sorprendió a sus colaboradores más cercanos, reculó y dijo que no tenía una posición tomada.

Al final, UPD ha optado este jueves por aceptar la enmienda socialista, algo que coloca al PSC en una posición difícil, ya que tendrá que justificar en Catalunya que ha ido de la mano de Díez. Para intentar que las heridas en el discurso territorial entre el PSOE y los socialistas catalanes no se vuelvan a abrir, y también para dejar claro que su fórmula ante la deriva catalana pasa por la reforma federal de la Constitución y no por este tipo de rechazos "de cara a la galería", la dirección del grupo parlamentario, presidida por el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha reunido con la cúpula del PSC en el Congreso, formada por los diputados Francesc Vallès Albert Soler.  Poco después, Rubalcaba y Soler han dado una rueda de prensa conjunta para mostrar que no había diferencias entre ambos partidos y calificar la moción que han votado de "contraproducente" por la "imagen" que proyecta en Catalunya.  

"Una mayoría abrumadora, de más del 85% del Congreso, rechaza la consulta. Hemos querido buscar el máximo consenso. Podemos estar muy satisfechos", ha dicho Díez, que el día anterior fue acusada de echar "gasolina" al fuego territorial por los socialistas y los nacionalistas.