La estrategia del líder conservador

Rajoy subraya que nadie preguntó por Catalunya en su viaje a EEUU

Mariano Rajoy, durante un discurso en la Cámara de Comercio de Washington, el martes.

Mariano Rajoy, durante un discurso en la Cámara de Comercio de Washington, el martes.

GEMMA ROBLES
WASHINGTON / Enviada especial

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Ha sido un viaje «exitoso». Eso dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inmediatamente después de participar el martes por la tarde en un acto en el Capitolio con el que puso el broche a una estancia de dos días en Washington. Una visita en el curso de la cual fue recibido por Barack Obama en la Casa Blanca y se entrevistó, entre otros, con más de un centenar de empresarios estadounidenses miembros de la Cámara de Comercio. Y en la que, según se encargó de subrayar en una conversación informal con periodistas, «nadie» le preguntó por el desafío soberanista de Catalunya. «Nadie» salvo la prensa española que le acompañaba en el viaje, claro.

Tanto Rajoy como su entorno dijeron estar convencidos de que la visita ha servido para hacer llegar el mensaje de que España está en plena recuperación económica, pese a que las cifras del paro siguen siendo alarmantes. Y apuntaron que los contactos mantenidos en Washington, en los que la delegación española defendió las reformas que ya se han llevado a cabo en el país y la salud de la Unión Europea y del euro -dos temas por los que sí se interesaron sus  interlocutores estadounidenses-, se traducirán a corto y medio plazo en una mejora de las relaciones y «un aumento de las inversiones».

Fuentes de la Moncloa indicaron que en esos encuentros también se  asumió que no se había hecho aún lo suficiente para poder crear empleo y terminar con la lacra del desempleo, aunque sostuvieron que el Gobierno español ha logrado transmitir a la Administración estadounidense la convicción de que España se encuentra en bastante mejor situación que hace apenas un año. De hecho, Rajoy cuenta con poder cumplir el objetivo de déficit previsto para el 2013, el 6,5%, y que empiecen a notarse los efectos de la supuesta recuperación económica. «Se va a demostrar que los esfuerzos que hemos tenido que imponer a la gente sirven al final», señaló.

LA PREVISIÓN DEL FMI / Durante su estancia en la capital estadounidense, Rajoy se entrevistó también con Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), un organismo que, si se confirma la información con la que cuenta el Ejecutivo, va a cambiar al alza su previsión de crecimiento de la economía española para este año, que en este momento está fijado en el 0,2% después del último cálculo que se hizo en octubre.

Se le preguntó al jefe del Gobierno durante el encuentro con los periodistas si estaba de acuerdo con los estudios difundidos recientemente que apuntan a un crecimiento en la brecha salarial existente en  España, a lo que respondió que, a su entender, el que él gobierna «no es precisamente un país donde existan grandes diferencias» en los salarios. Y en lo que concierne a la subida de los sueldos de los ejecutivos, aseveró que no es ese un campo en el que el Gobierno pueda hacer nada.

Sobre la percepción social de sus reformas, dijo tener la sensación de que «la mayoría» de los ciudadanos coinciden con el Ejecutivo en que la economía está mejorando de forma general, aunque también en que no resulta suficiente. «Sería irresponsable estar contentos con esta tasa de paro tan alta», apostilló.

EL FIN DE ETA / Aprovechando la inusual ocasión de interpelar al presidente, los periodistas abordaron otras cuestiones, como las últimas novedades relacionadas con el fin de ETA. Rajoy aseguró que no tiene ninguna intención de modificar su política penitenciaria pese a la solicitud hecha en ese sentido por el PNV y a la multitudinaria manifestación celebrada en Bilbao el pasado sábado.

¿Y por qué ha suspendido su anunciada presencia en el foro económico de Davos?, se le preguntó para terminar. Una cuestión que Rajoy sorteó alegando motivos de agenda y necesidad de tiempo para descansar y para preparar, entre otras cosas, un pleno sobre el último Consejo Europeo, un discurso que pronunciará en Catalunya y una inminente entrevista en televisión.