Las tensiones del modelo territorial

Con el nazismo en la boca

X. B.
BARCELONA

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La historia universal ha alumbrado regímenes, autoritarios, totalitarios, sanguinarios y bárbaros. Y por encima de todos esos gobiernos, en esta particular escala de degradación moral, el nazismo. La locura nazi es absolutamente incomparable a cualquier otro régimen. Cuanto más con un simple Ejecutivo regional en un Estado de derecho en la Unión Europea. No para todo el mundo. Algunos medios españoles se han hartado de comparar ese horror vivido en Alemania entre 1933 y 1945 con el nacionalismo catalán, especialmente con el proceso hacia la consulta de autodeterminación. Y el Govern ha dicho basta: ayer acordó emprender acciones legales (civiles y penales) y políticas para detener la incitación al odio.

El pasado septiembre, ante la oleada de comentarios provenientes de lo que el senador del PNV Iñaki Anasagasti bautizó un día como la Brunete mediática, el Govern encargó al Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) un informe. En las conclusiones, tras el pormenorizado análisis de una semana de programación de varias emisoras catalanas y de ámbito estatal, se detallan 43 fragmentos señalados como «muy graves porque fomentan el odio, el menosprecio y la discriminación por motivos de nacionalidad u opinión».

Los 43 fragmentos pertenecen a dos de esas emisoras que, en la mayoría de los hogares, se hallan agazapadas entre los canales de horóscopo y teletienda: 13TV -emisora de la Conferencia Episcopal española, que obtuvo, en octubre un share del 1,3%- e Intereconomía TV, que sacó un 1,1%. El estudio, de hecho, es casi un monográfico de un viejo conocido: el radiofonista Federico Jiménez Losantos. Suyos son 28 de los 43 fragmentos estudiados.

Y suyas son perlas como : «Y cuando montan este pollo nazi [la Via Catalana], entonces sale el gallo Margallo [ministro de Exteriores que osó decir que ver una cadena humana de 400 kilómetros era para estudiar qué está pasando] y deja al Barça sin trabajo. Porque, hasta ahora, el Ministerio de Asuntos Exteriores del separatismo catalán era el Barça (...)».

Losantos, desatado

Hay menciones más explícitas al nazismo  A cuenta siempre de ese verso suelto que a veces es José Manuel García-Margallo, el que fuera líder de las ondas vocifera: «Esto es como si Churchill hubiera felicitado a Hitler por lo bien que desfilaban las juventudes hitlerianas, que hay que reconocer que desfilaban muy bien. En cuanto a la SA [en referencia a la Sturmabteilung o cuerpo paramilitar del partido nazi, clave en el ascenso de Hitler y luego integrada en las SS], bueno, era un ejército en camisa. Y las SS [las temibles Schutzstaffel, policía y ejército del partido], ni te cuento cómo estaban ya [de bien, el tono es sarcástico] preparando el gaseo y los campos de concentración para acabar con la raza inferior de los judíos. Allí, en Catalunya, la raza inferior es la española».

Quizá fuera este fragmento el que tenía en la mente Artur Mas cuando, en su reciente visita a Israel, y según salió del Museo del Holocausto de Jerusalén dijo: «En el Estado español algunos nos están acusando al pueblo catalán, o a mí mismo, de encabezar un proceso que está bajo las directrices del nazismo, lo que es una falsedad enorme. Y quiero decirles a esta gente que hagan una reflexión, que vengan aquí y vean lo que significan el nazismo y el fascismo. En la guerra civil, en los campos de refugiados, en el exilio y bajo la dictadura de Franco, el pueblo catalán ha sido víctima, y no se puede tolerar que ahora digan que venimos de este horror».