LA GESTIÓN DE LA PAZ

A los ojos del asesino

Víctimas del terrorismo reclaman que se reactiven los encuentros con etarras arrepentidos para «favorecer la convivencia» en Euskadi

Maixabel Lasa, viuda de Juan María Jauregi, en una foto del 2007.

Maixabel Lasa, viuda de Juan María Jauregi, en una foto del 2007.

AITOR UBARRETXENA
SAN SEBASTIÁN

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El terrorista que asesinó a su marido le confesó que no lo conocía y que le hubiera matado a ella también si hubiera estado presente. También admitió que había contraído una deuda que nunca podría pagar. Maixabel Lasa, exdirectora de la Oficina de Atención a Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco y viuda de Juan María Jauregi, mantuvo este diálogo hace dos años en prisión con Luis Carrasco, uno de los etarras condenados por aquel atentado. Lo desveló el pasado jueves en Bilbao, en la presentación del libro 'Los ojos del otro: los encuentros restaurativos entre víctimas y exmiembros de ETA' (Ed. Sal Terrae).

Esta publicación pretende reactivar aquellas polémicas experiencias, interrumpidas nada más llegar Mariano Rajoy a la Moncloa. La propia Maixabel Lasa reclama al Gobierno central que «recapacite» y permita que se vuelvan a ver las caras víctimas de ETA y terroristas arrepentidos, porque «pueden ayudar a consolidar la paz y favorecer la convivencia en Euskadi». Antes de la llegada del PP al poder, se produjeron en Euskadi decenas de encuentros, algunos discretos y otros reconocidos en público. Siempre a petición de los asesinos, que querían transmitir su arrepentimiento y pedir perdón a sus víctimas en persona.

Los disidentes que se atrevieron a dar este paso están integrados en su mayoría en la denominada 'vía Nanclares', nombrada así por la cárcel alavesa que agrupa a los presos de ETA desvinculados de la lucha armada. Estos reclusos pueden lograr permisos penitenciarios o, incluso, la libertad condicional, pero para ello se les exige pedir perdón por sus crímenes y comprometerse a pagar la responsabilidad civil a sus víctimas.

Muchas víctimas se negaron a asistir a las citas. Consuelo Ordóñez, la hermana del dirigente del PP vasco Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995, sí aceptó, pero para demostrar su inutilidad. En marzo del pasado año se reunió en prisión con Valentín Lasarte, autor material del atentado, y aunque admitió que el arrepentimiento era sincero, recomendó al resto de damnificados que «no pasen por el mismo trance» porque supondría «un sufrimiento añadido». Ante estas críticas, los defensores de los encuentros han mostrado reiteradamente su «respeto» a la opinión de otras víctimas, pero la propia Lasa sostiene: «Nosotros pedimos lo mismo porque hemos hecho lo que creíamos que debíamos hacer».

Deuda de por vida

Estaba previsto que el propio Luis Carrasco acudiese a la presentación del libro, pero no obtuvo el permiso penitenciario. Sin embargo, pudo hacer llegar una carta que fue leída por la propia Lasa, en la que el terrorista expresaba públicamente su agradecimiento a la viuda de Juan María Jauregi por haber aceptado reunirse con él, y añadía: «Lamentablemente, tengo contraída una deuda a la que nunca podré hacer frente».