ENTREVISTA

Pere Navarro: "Ahora existe un voto oculto del PSC"

Pere Navarro, en el espigón, delante del Hotel W.

Pere Navarro, en el espigón, delante del Hotel W. / periodico

NEUS TOMÀS / Barcelona

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Pere Navarro(Terrassa, 1959) reconoce que es una persona con tendencia a complicarse la vida. Los tiempos convulsos que vive elPSCconfirman que es una descripción como mínimo acertada. Asegura que tiene capacidad de resistencia y encaja con deportividad los dardos que recibe, sea en elParlamento víaTwitter. El primer secretario socialista es afable, una virtud que, con la que le está cayendo, demuestra una templanza encomiable.

A los que dentro de su partido le tratan como un recién llegado les recuerda que empezó en el partido militando en las juventudes y que ha dedicado tres décadas a la política municipal. Las mismos que lleva con su esposa, Àngels, con quien se casó el 2 de julio de 1982, que, casualidades de la vida, fue el mismo día queArtur MasyHelena Rakosnikescogieron para cambiar su estado civil. La diferencia es que los Navarro se decantaron por un juzgado deTerrassamientras que el presidente de la Generalitat y su esposa, más tradicionales, optaron por una ermita enLes Franqueses del Vallès.

«Nos casamos sin tener nada y nos fuimos a vivir al barrio de Ca n'Anglada a un piso de alquiler», recuerda el primer secretario del PSC, que no desaprovecha la ocasión para señalar que sus orígenes son mucho más humildes que los del líder de CiU (con el que mantiene una relación que define como buena pese a que cada vez la distancia política es mayor). Cinco años después entró como concejal en el ayuntamiento vallesano, nacieron sus dos hijas y, aunque pasaba la mayor parte del tiempo fuera de casa, relata orgulloso que era él quien cada día las acompañaba a la escuela.

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