El Tribunal Constitucional pierde la mayoría progresista con la renovación de cuatro jueces

Juan Antonio Xiol, izquierda, y Santiago Martínez Vares.

Juan Antonio Xiol, izquierda, y Santiago Martínez Vares. / epp

MARGARITA BATALLAS / Madrid

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Gobierno de Mariano Rajoy ha cumplido su compromiso y ha elegido al actual juez de la Audiencia Nacional Enrique López como nuevo magistrado del Tribunal Constitucional. También ha elegido a Pedro González Trevijano, hasta ahora rector de la universidad Rey Juan Carlos. Con esta designación y la llevada a cabo por el Consejo General del Poder Judicial culmina la renovación de este tribunal.

López ha sido portavoz del anterior CGPJ a elección del PP. Y González Trevijano es catedrático de derecho constitucional, de talante moderado y con una formación académica.

López, un nombramiento polémico

La elección de López estaba cantada en medios jurídicos, y no ha sido bien recibida en estos círculos, ya que no goza mucho prestigio profesional. Este juez se ha caracterizado por la defensa ideológica en las deliberaciones y ha sido especialmente combatido en los asuntos que afectan al terrorismo de ETA.

También ha tenido una actuación muy destacada en el llamado 'caso Faisán', el supuesto chivatazo a ETA, que llegó a calificar como uno de los episodios más graves que se habían registrado en la guerra sucia contra ETA. Además, será uno de los magistrados más jóvenes del alto tribunal.

Los nuevos magistrados del tribunal de garantías constitucionales sustituyen a Pablo Pérez-Tremps y Manuel Aragón Reyes, cuyo mandato comenzó el 8 de junio del 2004 y ha expirado.

Los nombramientos del CGPJ

Horas antes de que el Gobierno hiciese públicos los dos nombramientos. Los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) eligieron en menos de media hora a los dos nuevos jueces del Tribunal Constitucional tras las arduas negociaciones que han mantenido en los últimos días, sobre todo durante el jueves. El bloque conservador y el progresista han optado por magistrados del Tribunal Supremo que gozan de un gran respeto en la carrera judicial.

Santiago Martínez tiene 71 años y en la actualidad estaba en situación de emérito en el Tribunal Supremo en la sala de lo contencioso-administrativo a la que se incorporó en el 2003. Antes había ejercido en Andalucía y fue presidente de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura. Este juez es apreciado por sus compañeros por su buen carácter y su reconocida competencia jurídica.

Un juez abierto a la prensa

Juan Antonio Xiol, de 67 años de edad, era presidente de la sala civil del Tribunal Supremo desde el 2010. Durante su mandato ha abierto esta sala a los medios de comunicación al redactar notas de prensa para aclarar sus sentencias que han sido muy abundantes sobre temas tan diversos como la libertad de expresión, las cláusulas suelo o las preferentes. De marcado carácter progresista, es conocido por la firmeza con la que defiende sus posiciones y redactó, por ejemplo, el voto particular contra la decisión de la sala del 61 del Tribunal Supremo que se opuso a la legalización de Bildu y Sortu.

La votación de los vocales fue pública. Por ello, ha trascendido que los consejeros conservadores Concepción Espejel, Claro Fernandez y la progresista Almudena Lastra votaron al exfiscal general del Estado Cándido Conde-Pumpido y al conservador Ricardo Enríquez, magistrado de la sala tercera del Tribunal Supremo.

El TC pierde la mayoría progresista

Con estos nombramientos, el Tribunal Constitucional pierde la mayoría progresista y tendrá que elegir a un nuevo presidente y vicepresidente, ya que los que concluyen sus mandatos son Pascual Sala (presidente) y Ramón Rodríguez Arribas (vicepresidente) y los magistrados Pablo Pérez Tremps y Manuel Aragón.

Una vez que sus nombramientos se publiquen en el BOE, los nuevos jueces tomarán posesión de su cargo. Y luego, el nuevo pleno elegirá al nuevo presidente y vicepresidente de este tribunal. Los designados tradicionalmente deberían encontrarse en el último tercio de su mandato. Sin embargo, como los anteriores jueces fueron elegidos con un retraso de más de dos años, no hay que renovarles en el plazo de tres años. Por ello, la lista de candidatos está abierta.