RODAJE EN 3D EN EL PARLAMENT

La dimensión desconocida

El director Manuel Huerga captó para su nuevo documental el bautizo de la 'esquerravergencia'

JOSE RICO
BARCELONA

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El Parlament de Catalunya entró ayer en la dimensión desconocida. Dentro y fuera del hemiciclo. En el interior de la sala de plenos, los 135 diputados asistían a la reaparición de un experimento político que parecía haberse extinguido a finales de los años 80: la esquerravergencia. El desenlace es incierto y los vaticinios no rezuman precisamente ilusión. Si fuese el argumento de una película, de momento, sería de ciencia ficción. Sin embargo, el renacimiento del idilio entre CiU y ERC quedará plasmado en la historia del cine, algo que probablemente sus protagonistas, Artur Mas y Oriol Junqueras, no se esperaban, al menos tan pronto.

Las cámaras y la eficiente batuta del director Manuel Huerga retrataron la primera jornada del debate de investidura como parte de su documental BCN3D, una ambiciosa producción que cuenta con la última tecnología para captar imágenes en tres dimensiones gracias a las cámaras EPIC, usadas, por ejemplo, por Peter Jackson en El hobbit. La cinta es un homenaje a Barcelona, mediante un gran plano secuencia de 80 minutos que recorre los principales acontecimientos vividos en la ciudad en este 2012.

Viaje geográfico

El viaje geográfico de Huerga ha captado ya el último Barça-Madrid, la concentración de 15.000 Harley- Davidson, el piromusical de la Mercè, el Festival Grec, la representación de Aida en el Liceu, una mañana en el mercado de la Boqueria y, ya en el capítulo político, las protestas de los indignados y la histórica manifestación de la Diada. La complejidad técnica del rodaje no impidió captar la expectación que suele rodear a un debate de investidura, y que ayer tuvo en el líder de ERC al personaje más perseguido por los pasillos de la Cámara.

Junqueras no quiso llegar tarde y se presentó en el Parlament cuatro horas y media antes del inicio de la sesión. No era solo prevención: debía cumplir con un sinfín de entrevistas mediáticas que desde la firma del pacto de gobernabilidad no han dejado de reclamarle. Almorzó con sus asesores y compañeros de bancada y entró el primero al hemiciclo. Escuchó a Mas y, de nuevo perseguido por un séquito de cámaras, se encerró en una sala con todos sus diputados para preparar su primera intervención, sin papeles, en su peculiar condición de socio de gobernabilidad y líder de la oposición al mismo tiempo.

Con los últimos flecos de su discurso rematados unas horas antes, el president en funciones apuró más y, acompañado por su esposa, entró en el Parlament cinco minutos antes de que el timbre llamase a los diputados al hemiciclo. A los espectadores que se perdieron tan solemnes momentos les queda el documental de Huerga, pero tendrán que esperar aún un año.