CAMPAÑA OFF

'A Alicia le hacía especial ilusión visitar un mercado. Ella es así'

EL PERIÓDICO sigue la visita de Sánchez-Camacho al Mercat de Sant Antoni, donde asegura haber comprado durante mucho tiempo

JOAN SALICRÚ / ELOI AYMERICH / Barcelona

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Diez minutos para las 11 de la mañana en el exterior de la carpa provisional que acoge elMercat de Sant Antoni, en la ronda que lleva el mismo nombre de Barcelona.

Los periodistas que siguen lacampañade la popularAlicia Sánchez-Camachorecibieron el día anterior por la tarde un correo electrónico donde se les notificaba que la agenda del día se componía de una visita a este mercado por la mañana y de una “excursión” en bus hasta Tortosa, por la tarde.

La jefa de la campaña,Dolors Montserrat, nos explicará al cabo de un rato que la visita al mercado se agendó a última hora ante la insistencia de la candidata en visitar uno, cosa que no había hecho hasta el momento: “A ella le encanta el contacto directo con la gente, le gusta mucho, se siente muy cómoda. Nos dijo que no podía ser que no fuéramos a un mercado. Y lo incluimos, aprovechando que teníamos un hueco por la mañana”.

La verdad es que, en el caso delPP, pesan tanto o más los representantes del partido a nivel español que los catalanes, de modo que la agenda de la candidata se ha ido construyendo sobre la marcha y en base a las visitas de ministros, cuadros del PP y el propio presidente del gobierno,Mariano Rajoy. Eso ha complicado enormemente la tarea del equipo de campaña.

La llegada de la candidata está prevista a las 11, pero llegan las 11 yAlicia Sánchez-Camacho no está. Los periodistas no parecen sorprendidos y aseguran que la candidata siempre llega tarde. Lo dicen sin acritud, pero con seguridad. Pero es que hoy llegará especialmente tarde, casi cuarenta minutos.

Esto produce un efecto de aglomeración: la gente ve periodistas, los periodistas explican que esperan a la líder de lospopularescatalanes, la gente decide quedarse... y el lío de gente se hace cada vez más grande. Al final hay un centenar de personas esperando a la candidata. Unos chicos del instituto C. Irarco, en la misma Ronda de Sant Antoni, muestran una 'estelada', a modo de 'strikers'.El ambiente se va caldeando. El equipo de prensa se pone nervioso y los políticos del PP deBarcelona-Xavier Mulleras, Àngels Esteller...- ya no saben qué cara poner ante el retraso. No pasa nada en especial, sino que Sánchez-Camacho ha acudido a un par de entrevistas radiofónicas en distintos medios de Barcelona y la cosa se ha alargado.

Mientras tanto, los periodistas se entretienen comentando los últimos titulares. “Tenemos al 'president'Masen 'Rac1' yha dicho que Rajoy no es ajeno a lo que pasa con el tema de los informes”. También se aprovecha para cotejar información: “Viene la Espe hoy a Tortosa o qué?”. “No, no, se ve que al final no, solo la candidata”.

Al final Alicia Sánchez-Camacho llega con el coche oficial, enfundada en una chaqueta de color azul turquesa que le hace brillar dentro de todo el cortejo. Pero rompiendo los esquemas de los periodistas que siguen la campaña y que hace pocos minutos aseguraban que ha sido más tranquila, a su llegada dos señores empiezan a increparla: “Vete a la escuela a aprender a sumar”, le espeta un hombre, en relación alerror en unas cifras cometido por la candidata en el debate del día anterior. “In-de-pen-den-cia!”, le grita otro, visiblemente airado, pero pronunciado en fonética 'castellanohablante'. La candidata hace como si no oyera nada y, con toda naturalidad, se dedica a saludar a diestro y siniestro.

Minutos después se pone en el espacio que queda delante de los trípodes de las cámaras de televisión y lleva a cabo lo que en la jerga político-periodística se llama “canutazo”, la intervención ante los medios. La candidata, socarrona, lanza una pequeña bomba: “Si Mas no tiene ni ha tenido cuentas secretas en Suiza, que vaya al notario a consignarlo”, le espeta recordando la mítica visita de la campaña del 2003 para asegurar que no pactaría con el PP.

Empieza la visita.Marta Blasco, jefa de prensa de lacampaña, se muestra orgullosa de que la candidata acuda al Mercat de Sant Antoni -o de que lo haga cuando la campaña se ha puesto más fea, cosa que podría explicar el recibimiento de hoy-. "Nadie ha hecho un mercado en esta campaña, ningún otro partido”, asegura, aunque el candidato Navarro visitó uno en Reus durante los primeros días.

ASánchez-Camacho ya sabemos que la idea le atraía especialmente. “Vengo cada dos semanas. Este es mi mercado, el mercado al que he venido siempre”, dice Sánchez-Camacho. En la entrada se encuentra Maria Masclans, de la Bacallaneria Masclans, desde hace tres años es la presidenta de la asociación de paradistas del mercado. La candidata la saluda efusivamente y se interesa por la situación del equipamiento comercial, que tendría que haber vuelto ya a su puesto original.

Al cabo de un rato, el cortejo que sigue a la candidata llega a su parada. “A mi me gusta mucho el bacalao”, exclama Sánchez-Camacho, quien le intenta comprar unas porciones de su género. Pero ella no se deja y se lo acaba regalando.Sánchez-Camacho se lo reprocha. “Otro día ya pagarás, mujer”, le dice.

Lo de la entrada solo ha sido un aviso y dentro del mercado se oyen más gritos y silbidos, aunque la cosa no va a más y la visita sigue con cierta tranquilidad. Es lo que tiene llevar a cabo un acto como este. La gente se molesta, no porque sea la candidata popular, sino porque con ella se forma una aglomeración brutal. Cosas de la campaña.

EN LA SEDE, MÁXIMA ACTIVIDAD... Y MÁXIMO CANSANCIO

Más tarde, a las 16.30 horas, el ambiente en lasedecatalana delPartit Popular, en la calle Urgell, es claramente prelectoral. Tanto en la planta baja como en el sótano, todo el mundo parece muy ajetreado y el aspecto 'bunkerizado' del espacio no invita precisamente a relajarse.

En un ordenador, uno de los técnicos termina el 'flyer' delacto de final de campaña, que reunirá el viernes aMaría Dolores de Cospedal con Alicia Sánchez-Camacho en Cerdanyola del Vallès. Otros preparan todo el embrollo de los apoderados de cara al domingo.

Dolors Montserrat, la jefa de la campaña, expone su cansancio y pide a alguien que le dé un bombón, para activarse un poco. Son seis o siete semanas trabajando siete días a la semana, una media de catorce horas. De modo que el horizonte del sábado de reflexión parece para los miembros del equipo su particular Sinaí. Tarde o temprano llegará.

Como ya habíamos comentado en otros partidos, todo está ordenadísimo, pero es en la sede del Partit Popular donde vemos unos cuantos diagramas que, en términos electorales y de comunicación, pautan perfectamente todo lo que hay que tener en cuenta. "Lo primero que hicimos una vez se convocaron elecciones fue construir este esquema, para tener clarísimo qué hacer en cada momento", comenta Montserrat.

En la sede nos encontramos también al joven Millán Querol. “Él es el “plumilla” de la presi”, confiesa Dolors Montserrat. “Hay días que tienen cinco o seis intervenciones y vale la pena preparárselo, pero vaya, ella sola improvisa y los discursos que le escribimos se los retoca, sin ningún tipo de duda”, dice él quitándose mérito.

Los actos de proximidad y las redes sociales, nos explica Dolors Montserrat, son los dos pilares de la estrategia de campaña delPP catalán. “Queríamos llegar de forma tan directa como fuera posible a la gente, pero individualmente”, comenta. Al final, los responsables de campaña decidieron trabajar muy a fondo lo que aquí en Barcelona se llama territorio, que no se sabe donde empieza ni donde acaba pero que todo el mundo entiende que se refiere a lo que no es área metropolitana de Barcelona.

Santi Rodríguez, diputado en elParlament, es estos días el jefe de comunicación 'on line'. Como otros partidos, la apuesta por las redes sociales es clave en el caso del Partit Popular. “Tenemos unas cien personas que en todo el territorio van trabajando desde un ordenador o desde el teléfono móvil, que es como funciona ahora”, comenta Santi Rodríguez.

El domingo se sabrá si hay una mayoría silenciosa que no quiere la independencia, como apuntó en su momento la candidata, o no. Y, si cumple su promesa, en unos pocos días volverá al Mercat de Sant Antoni para demostrar que su carrera es de fondo y no un 'sprint'.