Junqueras arremete contra CiU por el flanco de Duran

El líder de ERC define al PSC como un «partido de derechas»

XABIER BARRENA
BARCELONA

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Las apelaciones al voto útil, un clásico de los últimos días de campaña, provocan a menudo respuestas contundentes por parte de aquellos que sufren la opa hostil. Así, a la llamada de Artur Mas, el lunes, a concentrar el voto en CiU porque fuera de Catalunya nadie reparará en los resultados que obtengan ERC e ICV-EUiA, siguió, ayer, una contundente respuesta del líder republicano. Oriol Junqueras puso en duda el papel que pueda desempeñar la federación en el proceso soberanista y, sobre todo, arremetió contra Unió y su líder, Josep Antoni Duran Lleida. En el Foro Primera Plan@ que organiza EL PERIÓDICO, y sabedor de que los ataques cruentos contra elpresidentde la Generalitat penalizan más que benefician, Junqueras eligió el flanco débil de la federación en cuestiones soberanistas. Al socio siempre tibio ante la euforia independentista. Eligió a Duran. «El mejor escenario que prevé el PP es la mayoría absoluta del CiU», dijo. Un eco de esas campañaszaragocianas(de José Zaragoza) del PSC en la que el resumen essi gusta al PP, no es bueno para Catalunya.

«De un puñado de cuatro votos a ERC, todos servirán para elegir diputados independentistas», afirmó el candidato republicano. «De cuatro papeletas a CiU, de tres no sabe todavía para qué valen (en referencia a la calculada ambigüedad que los republicanos atribuyen a CDC y, en concreto, a Mas) y una (la que le toca a Unió según cuota) servirá para trabajar contra la independencia». Es decir, en el grupo de CiU puede haber, cual caballo de Troya, una quincena de diputados antiindependencia, según el republicano.

Esta fue la primera apreciación de un Junqueras especialmente distendido en la mañana de ayer que reconoció que no le habían gustado

«las formas» con que Mas había apelado al voto útil. «CiU no se pone al servicio del país a menos que obtenga la mayoría absoluta. Nosotros sí».

Personalizó el también alcalde de Sant Vicenç dels Horts en la figura del líder de Unió: «Duran ya tiene un Estado. Y se siente muy cómodo en él. Trabaja contra la independencia de Catalunya». Mencionó, además, los sucesivos acuerdos alcanzdos entre CiU y PP en los últimos meses. Así, aseveró que la federación ha «regalado» a los populares la vicepresidencia de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), así como la de la Diputación de Barcelona, pactado las reformas laboral y fiscal en el Congreso, y además, posibilitado que Badalona y en Castelldefels tengan un alcalde del PP.

CAÑONES A LA IZQUIERDA / Previo al ataque a CiU, Junqueras realizó unos primeros disparos hacia las posiciones del PSC y de ICV-EUiA. Sobre todo a los socialistas, a los que las encuestas pronostican no un batacazo, eso ya sucedió en el 2010, sino una caída al abismo. El líder de Esquerra afirmó que la única alternativa de izquierda capaz de llevar a cabo una transformación era su partido. De entrada porque el PSC «es un partido de derechas» como se demuestra con el aumento de los desequilibrios sociales cuando mandaban en la Moncloa y, en el caso de los ecosocialistas, estos no lo pueden hacer solos, carecen de los diputados necesarios, y no tienen capacidad para llegar a ententes.

El candidato republicano, con todo, abundó en los socialistas, quizá pensando en la bolsa de votos en juego. «Han pasado de los 52 diputados a ahora, cuando las encuestas les dan menos de 20. Han hecho mal», señaló para preparar la estocada: «Algunos dirigentes, como Pasqual Maragall entendieron el mandato que se les daba. Otros prefirieron satisfacer a los líderes del PSOE y abandonaron el país».

¿Y cuál es la alternativa que ofrece ERC? Atajar la crisis con un gran pacto nacional con los agentes económicos y sin horizontes temporales («hay cosas que no dependen de nosotros y es ineficaz ponerse plazos») que discuta y decida cómo lograr aumentar los ingresos y, una vez conseguidos estos, debata cómo se reparten los beneficios entre las muchas áreas de competencia. Junqueras expuso su programa fiscal, justamente para alcanzar más ingresos para la Generalitat. Así, propuso rebajar el tipo impositivo del IRPF y el IVA, para rebajar la presión sobre las clases medias que impiden el consumo y, en círculo vicioso, provocan la paralización de la economía, y concentrar las nuevas subidas de impuestos a las rentas más elevadas (impuesto de sucesiones para el 5% de la población, los más ricos , y sobre las sociedades de inversión, las sicav) y los bancos, con una tasa que grave las transferencias entre entidades.

EL ESTADO PROPIO / «Eso sí -advirtió-, algunas cosas las podemos hacer ahora, como lo del IRPF, pero otras, como lo del IVA, necesitamos ser un Estado para llevarlas a cabo». Independencia como un medio, no como un fin. Ese su mensaje siempre de fondo. Hubo tiempo, incluso, para que Junqueras uniera su programa independentista con la más rabiosa actualidad. Así, a pregunta de un internauta, preocupado por el reparto de nacionalidades en una eventual república independiente catalana, el líder de ERC afirmó que el pasaporte catalán bajo ningún concepto, se «venderá, como hace el Gobierno de Mariano Rajoy a cambio de la compra de un inmueble de más de 160.000 euros.

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