EL ENCUENTRO DE TV-3

Los candidatos fueron a librar sus batallas particulares en el debate y no formularon propuestas

Albert Rivera y Joan Herrera se saludan en presencia de Alfons López Tena y Oriol Junqueras, antes de comenzar el debate.

Albert Rivera y Joan Herrera se saludan en presencia de Alfons López Tena y Oriol Junqueras, antes de comenzar el debate.

RAFAEL TAPOUNET / Barcelona

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El fuego cruzado entre lossiete candidatos en el debate deTV-3del domingo acabó desorientando al propioArtur Mas, quien, sin embargo, logró salir de la contienda sin apenas rasguños, y acentuó la imagen de desamparo del socialistaPere Navarro. Con la mente puesta en las encuestas, los cabezas de lista fueron a librar sus batallas particulares y dejaron en blanco el capítulo de las propuestas.

De un debate electoral a siete no podía esperarse gran cosa. Vaya papeleta, Ramon Pellicer. O conviertes el plató en un pandemónium de esos que amenizan las noches de Tele 5 o te pasas por el lado de la rigidez, limitas las interacciones y anestesias a la audiencia. Pinchazo o pellizco. Para acabar de poner las cosas difíciles, la última noticia del TN vespre fue la de la muerte de Miliki, de modo que casi pasamos del 'Había una vez un circo' a la presentación de los candidatos sin apenas solución de continuidad (solo la información del tiempo lo impidió). Y, aun así, con todos los elementos en contra, Pellicer salvó los muebles con cierta dignidad durante buena parte del programa, dejando jugar y solventando con educada autoridad los episodios de guirigay. Pero ni el hombre de la media sonrisa perpetua pudo evitar que el ruido se acabara imponiendo a los argumentos. "Ya no sé de qué estamos hablando", confesó hacia el final un perplejo Artur Mas. En ese punto, la mayoría de los espectadores compartían su desubicación. El candidato socialista, Pere Navarro, también.