entrevista con el DIRECTOR DE LA OFICINA ANTIFRAU DE CATALUNYA

Daniel de Alfonso: «La Oficina Antifrau es víctima de un ataque pero yo no me quedaré quieto»

Vehemente  El director de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, durante esta entrevista, en su despacho.

Vehemente El director de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, durante esta entrevista, en su despacho.

   NEUS TOMÀS / J. G. ALBALAT / Barcelona

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El director de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC), Daniel de Alfonso (Madrid, 1964), se prodiga poco en los medios, pero cuando habla no se anda por las ramas. 

-¿Corrupción es igual a dinero o a poder?

-Corrupción es dinero, corrupción es poder y cuando se juntan dinero y poder es maxicorrupción.

-La mayoría de denuncias que recibe la OAC apuntan a la política municipal. ¿Es donde hay más corrupción o es donde es más fácil detectarla?

-Yo creo que es más fácil detectarla. No sé si habrá más o no porque no tengo el dato general del país, pero es más fácil detectarla. Los sitios son más pequeños y también allí hemos puesto el acento en la formación y en la prevención. Cada semana se acude a tres o cuatro municipios, a dos o tres consejos comarcales, se hacen cursos para los funcionarios, para los regidores e incluso para alcaldes.

-¿Con una administración más transparente se podría evitar?

-Es necesario que haya una ley de transparencia, y no solo a nivel estatal, también en las comunidades autónomas. Aquí, por suerte, estamos con el anteproyecto de ley de transparencia. Y sería muy positivo que el Parlament, los diputados de Catalunya, le concedieran a la Oficina el control de la futura ley de transparencia. Desde luego, eso sería un claro ejemplo de voluntad política de lucha contra la corrupción. La supervisión y el control de que la ley se cumple.

-¿Ya se lo ha pedido al Govern?

-Nos han pedido un informe y lo elaboraremos. Pero tiene que existir un órgano que fiscalice la ejecución de la ley. No se lo he transmitido, pero se lo transmitiré a los secretarios generales y a los jefes de grupo. No sé contra qué muros me estrellaré, pero me estrellaré contra los que sea necesario.

-La ley que tramita el Gobierno central excluye la fiscalización de la Casa del Rey. ¿Sería bueno que esta institución se sometiese a los mismos controles que el resto?

-Probablemente sí. No la Casa del Rey en sí, sino los presupuestos que se le asignan y su contabilización. Mi pregunta es: ¿por qué no?

-¿Alguna de sus investigaciones  puede entorpecer las de la fiscalía?

- No, no, no, la fiscalía nos demanda mucha colaboración fundamentalmente en los asuntos de urbanismo. Aquí tenemos ingenieros, un arquitecto, dos técnicos para hacer ese tipo de informes y la fiscalía luego hace con el informe lo que estime oportuno. La fiscalía y la oficina van de la mano, pero no solo con la de aquí, también con la general del Estado.

-¿Y con la Sindicatura de Comptes?

-Con la Sindicatura de Comptes la relación no es mala.

-¿Los ayuntamientos colaboran?

-A día de hoy, sí.

-¿Y la Generalitat?

-También. Soy consciente de que hay siempre intereses oscuros que están pensando o deseando constantemente cosas poco buenas para la Oficina. Hace poco salió una noticia de una reunión, que desmiento absolutamente, entre el presidente de la Generalitat y yo fijando una fecha de cierre de la Oficina. Mientras yo sea el director haré todo lo posible porque no se cierre. Con la crisis hemos recortado un 16,5% y, aunque suene raro, por lealtad a este país, suspendí un concurso ya publicado para 16 personas.

-Recientemente han aparecido nuevas sospechas sobre la presunta financiación irregular de CDC a través del Palau de la Música.

-La Oficina hizo un informe que se envió al Parlament. Un informe donde se hacía mención de alguna entrega de cheque en mano. Al juez que investiga el caso se lo hemos dado hace unos días porque increíblemente nadie se lo envió. Nosotros se lo enviamos a quien nos lo pidió. La Oficina no ha contraído matrimonio con nadie y no lo va a contraer. Me da lo mismo de dónde venga.

-En el caso del fondo de pensiones del presidente de La Caixa, Isidre Fainé, ¿qué se está investigando?

-Se está investigando única y exclusivamente si el presidente de La Caixa obró conforme a derecho o pudo haber algo que no se ajustara a las normas legales cuando recibió, y eso es lo que tenemos que investigar, una indemnización o una jubilación. La denuncia nos llega diciendo que ha cobrado una indemnización. Y una indemnización por un cese cuando después pasas a ser presidente, hombre, parece que no hayas cesado sino que has ascendido. Esa es la visión de la denuncia, que yo ni me creo ni me dejo de creer. Me da igual. Me da igual contra quién llegue, quién sea la persona denunciada, a mí me llega esa denuncia y yo no me cruzo de brazos. Porque si no, no sé qué hago aquí.

-Ha salido, como una crítica, los viajes de la OAC al extranjero.

-Soy consciente de que hay enemigos que no quieren nada bueno para la Oficina. Soy consciente de que hay movimientos, y empiezo a saber de dónde vienen, o tengo casi seguro de dónde vienen, a los que no les interesa para nada la existencia de esta oficina. Pero no voy a quedarme quieto ni permitir el cierre. Dicho esto, la forma más fácil de empezar el cierre es sembrar el mensaje de 'todos son iguales, es un chiringuito, es una agencia de viajes, de dónde vendrá ese tío'... Y eso luego lo mezclamos con si tienes apellidos catalanes o no, y al final se genera un estado de opinión, que es estupendo en una época de crisis para justificar que con los recortes, fuera la Oficina. Pero yo también tengo cartas. Serán mejores o peores, pero recibo cartas en esta mano.

-Cuando habla de movimientos, ¿qué está denunciando?

-Estoy advirtiendo a quien los haya hecho que yo también tengo mi información sobre esos movimientos.

-¿Denuncia un ataque a la OAC? 

-Es un ataque. No me preocupa, cuento con ello y sé que seguirá habiéndolos.

-¿Tal vez está relacionado con que haya dado con algo que no quieren que se sepa?

-Pero esas personas no saben lo que yo tengo en la Oficina.

-¿Puede poner nombres al ataque?

-Permítanme que no se lo diga…

-En todo caso, no parece un sentir generalizado.

-No, pero desprestigiando la Oficina se intenta cambiar ese sentir generalizado.