Juicio contra el exdirigente conservador

Matas se desentiende de los contratos irregulares a Alemany

Jaume Matas, ayer, a su llegada a la Audiencia Provincial de Palma.

Jaume Matas, ayer, a su llegada a la Audiencia Provincial de Palma.

MARISA GOÑI
PALMA

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El expresidente balear Jaume Matas repitió ayer hasta la saciedad, durante el juicio por la pieza separada número 2 delcaso Palma Arena,que él eligió al periodista Antonio Alemany para redactar sus discursos y que pudo haber dado el visto bueno al concurso que posibilitó su contratación, pero se desvinculó de las irregularidades en su contratación. «Para eso están ellos», dijo Matas en relación a sus tres subordinados imputados -sus dos jefas de gabinete, María Umbert y Dulce Linares, y el director de comunicación, Joan Martorell-, aunque sin atribuir la autoría a ninguno en concreto.

Sin embargo, en la última pregunta de la magistrada Margarita Beltrán, el exmandatario bajó la guardia y alteró el discurso mecánico preparado con su abogado, Antonio Alberca. «Ya se ha tramitado otra solución de forma regular o irregular, no es tan grave, porque el problema está solucionado bien o mal y no hay que molestar al presidente con un problema que hemos solucionado», admitió Matas refiriéndose a él mismo en tercera persona.

En la vista, Matas también admitió que colaboró en la búsqueda de una salida a la contratación de Alemany, quien en un principio firmó un contrato menor y recibía pagos directos. Pero la remuneración percibida impedía prolongar este acuerdo laboral toda la legislatura, y el periodista tampoco aceptaba un contrato de asesor por las incompatibilidad de este con su actividad empresarial y periodística como articulista deEl Mundo.

PACTO CON LA FISCALÍA / Así, Alemany fue contratado a través de la empresa publicitaria Nimbus, única licitadora de un concurso de asesoría e imagen corporativa. Su responsable, Miguel Romero, aseguró anteayer que Matas le pidió el «favor» de ceder el contrato público al redactor de sus discursos. «Rotundamente falso. Obedece a un cambio por un pacto con la fiscalía», rebatió Matas. Lo mismo dijo de Martorell, quien declaró en el tribunal que el expresidente le pidió «que se atendiera todo lo que pedía Alemany» y que firmó contratos sin tan siquiera mirarlos. «No me creo que ninguno de mis colaboradores firme sin mirar. La gente tiene que tener la garantía de que su dinero está bien vigilado», afirmó Matas, provocando un alboroto entre el público asistente al juicio.

Alemany, que declaró también ayer, aseguró desconocer el contenido del concurso que la fiscalía sospecha que encubría su contratación. Además, manifestó que la sociedad mercantil con la que facturó algunos discursos «no es una empresa pantalla como el Instituto Nóos». puesto que, añadió, todos los trabajos que le fueron encargados «se llevaron a cabo». Reveló que hizo «gratis et amore» el discurso de investidura de Matas y otros, como el de la toma de posesión, cobrando. Pasó de 1.300 euros mensuales a 4.000. «Creo que es poco por el trabajo serio que se hizo», concluyó Alemany.