La entrevista

Josep Antoni Duran Lleida: «No creo que la nueva etapa tras ETA lleve a la independencia de Euskadi»

CANDIDATO DE CIU A LAS ELECCIONES GENERALES.

Nacido en Alcampell (Huesca) en 1952. Casado y padre de tres hijas. Fue profesor de Derecho Civil. Dirige Unió ininterrumpidamente desde 1987 y es secretario general de CiU. Fue concejal en Lleida y 'conseller' de Governació i Relacions Institucionals, cargo desde el que optó, sin éxito, a suceder a Jordi Pujol. Desde el 2004, es el portavoz de CiU en Madrid

FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Pese a que CiU vive uno de sus momentos más dulces en cuanto a cuota de poder en Catalunya, Josep Antoni Duran Lleida se enfrenta a una difícil papeleta en las próximas elecciones generales del 20 de noviembre: ganar un espacio entre el PP y el PSOE, negociar el pacto fiscal en Madrid y convivir con el soberanismo creciente en CDC. De entrada, marca distancias respecto a las expectativas independentistas tras el fin de ETA.

-Tras la renuncia de ETA a las armas, ¿cuál cree que es el próximo movimiento necesario?

-Cualquier paso se debe dar desde la unidad política, teniendo en cuenta que la sociedad no le debe nada a ETA. Es ETA la que debe mucho a la sociedad y todavía debe hacer otro gesto, el desarme. A partir de aquí seguro que habrá que hablar de política. Será un proceso largo y difícil en el que no debemos cometer errores. De la violencia a la paz hay un camino muy largo.

-Según todas las encuestas, a Mariano Rajoy le tocará pilotar esta nueva fase en el Gobierno. ¿Cree que se impondrá a las voces del PP reacias a cualquier movimiento que se lea como una concesión?

-Valoro positivamente la primera reacción de Rajoy. Es verdad que en el PP hay fuerzas a las que no les gusta nada esta situación y a las que -sin que se me entienda mal-no les acaba de gustar que el proceso se haya conducido de esta manera. Uno ha de confiar en que Rajoy sepa imponerse y que después el resto ayudemos a que el Gobierno tome el camino adecuado.

-¿La nueva etapa que se abre puede llevar a un proceso de soberanía para el País Vasco?

-Respecto a la soberanía, opino que todos cada vez tendremos más y menos, a la vez. Si hablamos de independencia, sinceramente no creo que el proceso conduzca a la independencia del País Vasco.

-¿Puede haber tendencias miméticas desde el nacionalismo catalán para incorporarse a un eventual proceso soberanista vasco?

-Son dos procesos completamente diferentes y diferenciados. El elemento definitorio del proceso es el triunfo del Estado de Derecho sobre ETA, que ha perdido la batalla sin haber conseguido sus objetivos. No renuncia a matar porque el Gobierno le haya ofrecido la autodeterminación de Euskal Herria. No ha conseguido ninguno de sus objetivos.

-Usted quiere centrar su campaña electoral en la creación de empleo pero por el momento la ha protagonizado con palabras polémicas sobre los jornaleros del sur de España, los inmigrantes o los homosexuales. En este último caso por afirmar que los gais tienen derecho a ir al psicólogo para cambiar de orientación sexual. ¿Hace autocrítica?

-Sobre el PER no tengo que rectificar. No he ofendido al pueblo andaluz ni ha habido intención de ofenderlo. La cultura del subsidio que significa el PER no es buena para Andalucía. En cuanto a la inmigración, levanto acta de un hecho objetivo: en la escuela de un barrio donde hay inmigración elevada, sea concertada o pública, obviamente hay problemas porque los alumnos llegan con un retraso que afecta al conjunto de la clase. De la entrevista enVanity Fairse han sacado de contexto mis palabras. Reitero: la homosexualidad no es ninguna enfermedad.

-Para esclarecer esta última polémica, supongo que usted entiende que no cabe una terapia psicológica para cambiar una tendencia sexual…

-No soy científico para describir si se puede cambiar la tendencia sexual de una persona. Lo que sé es que la homosexualidad no es una enfermedad. Cuando uno es homosexual, nace homosexual. Las circunstancias le han llevado a que no lo exprese. Reitero: no es una enfermedad, otra cosa es que yo discrepe con que se haya legislado correctamente respecto al matrimonio o la adopción. Pero el homosexual es una persona exactamente igual que yo y tiene la misma dignidad que yo, que soy heterosexual.

-Hablemos de la creación de empleo y la salida de la crisis. ¿Usted cree más en un incentivo empresarial que en un subsidio?

-Se debe incentivar a encontrar trabajo, no incentivar o pagar por no tener trabajo. Esta cultura del partido socialista consistente en decir «hay crisis pero no sufran, no tiene consecuencias sociales porque quien no tiene trabajo ya cobra la prestación por desempleo» no es política social. Política social no es pagar a quien no tiene trabajo, es crear trabajo. Creo en los incentivos fiscales, laborales, administrativos, para que se cree trabajo, no en el subsidio para pagar a quien no lo tiene.

-Pero, sin embargo, crece sin parar el número de personas desempleadas que se han quedado sin ningún tipo de ayuda. ¿Qué hacemos con ellas?

-Mientras no se crea empleo, no los podemos olvidar. Al revés, en momentos de crisis aumentan las desigualdades. Y ello podría comportar una fractura social qué haría imposible que después hubiera mecanismos normales de creación de empleo. Para esto están las políticas sociales. Proponemos revisar las prestaciones no contributivas. Estamos de acuerdo con la Taula del Tercer Sector.

-A Rajoy, si gana las elecciones, ¿le espera una etapa de conflictividad social?

-Sí, Rajoy tendrá que afrontar medidas duras e impopulares y posiblemente la respuesta en la calle será menos plácida que lo ha sido con el Gobierno del PSOE.

-CiU acepta la dación de la vivienda en pago de la hipoteca siempre que sea «de buena fe» y «causa mayor». ¿Puede detallarlo?

-La dación en pago es posible en el futuro. Y que pueda hacerse cuando exista una situación no prevista que el juez considere justificada.