deshielo entre administraciones

El eje ferroviario y TV-3 afianzan el reencuentro de Catalunya y Valencia

De izquierda a derecha, los presidentes de la Comunidad Valenciana, Catalunya y Murcia, Alberto Fabra, Artur Mas y Ramón Luis Valcárcel, ayer, en el Palau de la Generalitat.

De izquierda a derecha, los presidentes de la Comunidad Valenciana, Catalunya y Murcia, Alberto Fabra, Artur Mas y Ramón Luis Valcárcel, ayer, en el Palau de la Generalitat.

FIDEL MASREAL / CRISTINA BUESA
BARCELONA

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Estos días elpresident, Artur Mas, aprovecha cualquier acto público, por pequeño que sea, para recordar que toda su acción de Gobierno está supeditada a la recuperación económica y la creación de empleo. Si a esta actitud se suma el pragmatismo exhibido por Mas a la hora de pactar con los populares pese a sus discrepancias, se entiende la gran sintonía demostrada ayer por el Ejecutivo de CiU con dos gobiernos del PP, los de la Comunidad Valenciana y Murcia, a favor de un objetivo estratégico para los tres territorios: el corredor mediterráneo ferroviario.

Es bien sabido que ante la divergencia no hay nada como una finalidad compartida y un adversario común. El propósito, que Europa considere esta infraestructura como prioritaria y la subvencione parcialmente. El adversario, en parte, el Gobierno central, o incluso comunidades autónomas del PP como Madrid, Castilla-La Mancha o Aragón, partidarias del eje ferroviario central, en lugar del mediterráneo.

CITA BILATERAL / En un encuentro de una hora en el Palau de la Generalitat, Mas y su homólogo valenciano, Alberto Fabra, acordaron pasar página a la etapa de Francisco Camps. No en vano, Mas no llegó a reunirse comopresidentcon el antecesor de Fabra. Y ahora ya está en marcha una cita bilateral en Valencia.

En la cumbre de ayer, donde llamó la atención la ausencia de representantes del Gobierno de Andalucía, la sintonía entre Mas, Fabra y Ramón Luis Valcárcel fue total, evitando los asuntos espinosos. El discurso en favor del corredor mediterráneo irá acompañado de otra visita a Bruselas el día 21 para seguir presionando a la Unión Europea.

ADIÓS A LA RADIALIDAD / Los mensajes fueron de extrema unidad. «Debe haber más proximidad, son muchos los temas comunes que nos afectan a todos, muchas cuestiones que precisan de una solución conjunta», afirmó el presidente valenciano. Y Mas dirigió su mirada al Gobierno central. «Tiene una oportunidad de oro, que por primera vez una infraestructura clásica no sea vista como radial». Horas después, el ministro de Fomento, José Blanco, reafirmó el apoyo del Ejecutivo del PSOE.

Buena parte de la culpa de este momento dulce entre estas comunidades se debe al empuje dado por las principales entidades empresariales tanto valencianas como catalanas y de patronales y sindicatos en favor del corredor ferroviario.

ACTITUDES POSITIVAS / Este buen clima parece impregnar al problema de las emisiones de TV-3 en la Comunidad Valenciana. Mas expresó su confianza en una solución: «Las actitudes que oigo son positivas y nos permitirán resolver cosas». Atrás quedan palabras gruesas del pasado febrero del secretario general adjunto de Convergència, Oriol Pujol, quien atribuyó el cierre de los repetidores de TV-3

en Valencia al «ataque sistemático contra la lengua catalana articulado sin miramientos desde el PP».

Incluso entonces, Pujol ya se mostró dialogante con el objetivo de «recuperar el sentido común» a favor de la reciprocidad de emisiones. Lo mismo, sentido común, reclamó el portavoz del Govern, Francesc Homs. Ya en ese momento se vio que la mejor manera de soslayar las diferencias con el PP era desviar la atención hacia un adversario común. De nuevo el Ejecutivo central, y en concreto el Ministerio de Industria, culpable según CiU de no facilitar más canales de TDT a la Comunidad Valenciana para que dedique uno de ellos a TV-3.

EL PAPEL DEL PP CATALÁN / Al respecto, tras tomar posesión como nuevo presidente, Alberto Fabra afirmó en EL PERIÓDICO: «Voy a luchar para que TV-3 se vea en Valencia». En este proceso de encaje de intereses la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, sigue actuando de mediadora entre los presidentes populares y Mas. Camacho busca así el centro del tablero político catalán.

Queda atrás el tono de reproche de CiU al Govern tripartito. Oriol Pujol puso en duda el interés de la corporación de los medios públicos por resolver el tema. También por aquellas fechas el Ejecutivo catalán optó por el pragmatismo y agradeció la mediación del entonces presidente del PPC, Josep Piqué.