MINIGIRA POR ÁFRICA

España arranca el compromiso de Seychelles de que estudiará la posibilidad de que los atuneros lleven armas pesadas

SOMALIA PIRATERÍA

SOMALIA PIRATERÍA / ep

MAYKA NAVARRO / Puerto Victoria (enviada especial)

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El presidente de Seychelles, James Alix Michel, se ha comprometido a estudiar en una comisión bilateral la posibilidad de que los vigilantes de seguridad privada que protegen a los pesqueros españoles embarquen con un armamento de mayor calibre. Hasta ahora, las autoridades de las islas se han mostrado reacias a que los vigilantes utilicen armamento pesado en su, cada vez, más complicada lucha contra la piratería en las aguas del Índico. Un armamento que, por cierto, no tiene ni el propio Ejército de Seychelles. De momento, las autoridades locales permiten el uso de fusil convencional y los atuneros han pedido, y para ello cuentan con el apoyo del Gobierno, utilizar ametralladoras de 12,70 milímetros.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha arrancado este compromiso de estudiar la propuesta tras una reunión con el presidente en el que la ministra ha ofrecido a los instructores del Ejército español para participar en la formación de las Fuerzas Armadas de Seychelles, y se ha comprometido a trasladar a la Unión Europea la petición de equipar al Ejército de las islas. El acuerdo incluye, también, una unidad de telemedicina a disposición de la población isleña y de los marineros que faenan en algunos de los 30 pesqueros españoles que ahora trabajan aguas del Índico con el puerto Victoria de Seychelles como referencia. La unidad estará dirigida desde el Hospital militar Gómez Ulla de Madrid. Para la delegación española, conseguir que el Gobierno de Seychelles acepte estudiar la propuesta "es todo un éxito".

Un panorama terrible

La situación en aguas del Índico no mejora. En un reciente informe de mayo de este mismo año, la ONU describe un panorama terrible, con una piratería envalentonada, enriquecida y rearmada. Desde el 1 de enero del 2011 se han producido 177 ataques, 18 de los cuales han logrado su objetivo. Ninguno de bandera española. Según la ONU, a pesar de la vigilancia privada, han seguido aumentando los casos de ataques de piratas frente a las costas de Somalia. A mayo del 2011, los piratas tenían en su poder 26 naves y un total de 601 rehenes. La zona de los ataques tiene en la actualidad una extensión de 7,25 millones de kilómetros cuadrados, lo que hace que las fuerzas navales tengan cada vez más dificultad para patrullarla.

Los piratas están utilizando grandes naves que llevan suministro para embarcaciones más pequeñas con las que se realizan los ataques y transportan hasta 100 piratas a bordo para vigilar a los rehenes e impedir los intentos de rescate. En la actualidad los ataques de piratas incluyen el uso de una fuerza aplastante para reducir al personal de seguridad que viaja en los buques mercantes. El 26 de enero del 2011 se ejecutó sumarialmente a un tripulante filipino, y el 22 de febrero fueron asesinados cuatro ciudadanos estadounidenses. La cuantía de los rescates exigidos sigue aumentando. Las fuerzas navales estiman que hay alrededor de unos 50 lideres piratas principales, 300 líderes de grupos de ataque piratas y 2.500 soldados.

Asignatura pendiente

El enjuiciamiento, condenas y prisión de los piratas detenidos es la gran asignatura pendiente de la lucha contra la piratería. La ONU espera que los actuales tribunales somalís puedan estar en funcionamiento y garantizado los derechos humanos, en tres años. En este tiempo, se prevée un desembolso de 24 millones de dólares para la construcción de nuevos recintos penitenciarios, sedes judiciales y para financiar un plan de asesoramiento con juristas internacionales e incluso somalí que ahora están fuera de país que elabore del derecho somalí un fundamento legal y procesal adecuado para enjuiciar a la piratería.

La meta concreta de los programas es establecer los tribunales en Hargeysa y Berbera, en Somalilandia, y en Boosaaso y Garoowe, en Puntlandia. La ONU considera que esta asistencia permitiría que se enjuicien unas 20 causas más por año. Por lo general, en cada causa de piratería hay aproximadamente 10 imputados. Las causas vistas en estas regiones se centran en sospechosos de bajo nivel, y no en casos más complejos de financiación y planificación de actividades de piratería.

Viaje pendiente de la ministra

El viaje a Seychelles, Yibuti y Uganda era una asignatura pendiente de Chacón. Todo estaba previsto a principios de año para visitar la misión cuando una explosión en el campo de maniobras de la academia militar de Hoyo de Manzanares, con cinco militares fallecidos, hizo suspender el viaje. La ministra no ha querido terminar la legislatura sin ver de primera mano una misión de seguridad en el Índico, pero especialmente comprometida con la formación del nuevo Ejército somalí. Y tal como les había prometido, se ha traído con ella a representantes de los armadores gallegos y vascos.

En septiembre del año pasado, los Gobiernos de Seychelles y España firmaron un memorando de entendimiento entre ambos países sobre cooperación en el ámbito de la defensa, y de la declaración de intenciones sobre cooperación en la lucha contra la piratería. Ese ámbito de cooperación va más allá de la lucha contra la piratería e incluye a partir de ahora participar en la formación de las Fuerzas Armadas de Seychelles.

Tras su estancia en Seychelles, la ministra se ha desplazado a Yibuti, donde visitará la fragata Santa María y el avión de vigilancia P-4 Orion. El viaje continuará mañana en Uganda, donde Chacón visitará la EUTM-Somalia, una misión también de la Unión Europa en la que España contribuye al adiestramiento de las fuerzas seguridad somalís. Desde mayo del 2010 que empezó la misión, militares españoles han entrenado a un millar de militares somalís, y otros mil están a punto de terminar su fase de aprendizaje. Es más que probable que Chacón se comprometa a ampliar la misión tras los elogios recibidos por lo bien que los alumnos españoles se han reincorporado a sus tareas en el ejército somalí.