Convergència i Unió va para arriba

Convergència i Unió experimenta en toda Catalunya un fuerte impulso ascendente, solo moderado por la gestión de los mejores alcaldes socialistas y el ascenso, también general, del PP. No arrasa, pero poco le falta. Los socialistas pierden dos o tal vez tres de las cuatro capitales catalanas. Además, una docena larga de ciudades importantes pasan del PSC a CiU.

Las claves son diversas, pero las interpretaciones no se encuentran muy lejos de tres factores clave. Uno, general en toda España, que consiste en el descenso socialista y la subida popular. Otro, la variante catalana de esta tendencia general, que también impulsa a CiU, además del PP. Y un tercero específicamente catalán, que consiste en la consolidación del descenso de ERC, que cede territorio a otras opciones independentistas pero también ayuda a CiU. Los tres factores combinados explican,grosso modo,el resultado. Si los recortes han perjudicado a CiU, que quizá sí un poco, imaginen qué habría pasado siArtur Mashubiera escondido esa carta hasta hoy.

La dulce victoria de CiU no deja de tener un regusto amargo, que la euforia de estos días no puede esconder del todo y que en el futuro, y de manera más específica a medida que avance la legislatura, será más evidente: no la sombra sino la presencia al sol del PP, en muchas ciudades en alianza con CiU. Esto se verá de manera lacerante donde hace más daño, en Barcelona. Si los socialistas no lo evitan, y de entrada no parece que sean muy propensos,Triasno tendrá más remedio que formar mayorías con el PP. Si dentro de un año el PP no necesita a CiU para gobernar España, el partido deMassufrirá. Ahora bien, si pacta con el PP allá y aquí, quizá aún sufrirá más.