La entrevista con el PRESIDENTE DE LA GENERALITAT

Artur Mas: "El PSC creó los problemas y debe ayudarnos a resolverlos"

Al mes de su toma de posesión, Artur Mas acaba de adoptar su primera decisión ejecutiva. Es viernes al mediodía y el Govern ha acordado un recorte del gasto de la Generalitat del 10%, condición ineludible para que el Estado la autorice a emitir la deuda que necesita para financiarse. El `president¿ avanza a EL PERIÓDICO algunas de las prestaciones que eliminará, clama contra el déficit fiscal y pide al PSC que se corresponsabilice del desaguisado.

El 'president' Artur Mas, en la galería gótica del Palau de la Generalitat.

El 'president' Artur Mas, en la galería gótica del Palau de la Generalitat.

ENRIC HERNÀNDEZ
BARCELONA

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-Un mes al frente del Govern. ¿Suficiente para hacer balance?

-Ha sido un mes de mucho trabajo, presión e ilusión. Ilusión porque esto tiene salida, aunque ello exija tomar decisiones tan complicadas como necesarias. Hay salida si ahora hacemos los deberes.

-Elogió la pulcritud del traspaso de poderes con su predecesor...

-Y lo sigo haciendo.

-...pero ahora mantiene que el déficit de la Generalitat es superior al declarado. ¿Le faltó información?

-Toda no la teníamos. Sabía por elpresidentMontilla que no se cumpliría el compromiso de déficit, pero hemos descubierto que la desviación del 2010 será grande y grave: como mínimo un 50% por encima del objetivo pactado y fijado. Por eso hay que actuar con contundencia, porque no hay nada perdido. Las soluciones pueden ser dolorosas, incluso traumáticas, pero necesarias.

-¿Achaca la desviación del déficit a la crisis o a la gestión del tripartito?

-Parte se debe a la caída de ingresos, pero también hubo descontrol del gasto: se gastó más de lo que se podía. Hubo algunos ajustes, pero se quedaron muy cortos. Y ahora tenemos una patata caliente que tenemos que resolver. El paciente no puede esperar dos años a que le operen, porque el mal se extendería y sería irrecuperable. A este Gobierno le toca este trabajo molesto y muy duro de actuar con contundencia, de usar el bisturí; no hay alternativa. Además, las administraciones deben dar ejemplo, apretarse el cinturón y gastar menos de lo que gastaban, porque subir impuestos castigaría la recuperación económica.

-¿Confía en que el PSC le ayude a sacar adelante estos recortes?

--Si tenemos que hacerlos es por una situación heredada, de la que no somos responsables pero ahora nos sentimos responsables. El PSC debería ayudarnos a resolver los problemas que ha creado. Mucha gente vería con buenos ojos que no se desentendiese del problema, que se pusiese al lado del Govern a la hora de los sacrificios. Pero no tengo confianza plena en que lo haga. Puede que caiga en la tentación de hacer oposición pura y dura, pero si lo hace Catalunya sufrirá las consecuencias. La decisión será suya.

-Estos reproches no fomentan un clima de colaboración...

-Nosotros explicamos lo que nos hemos encontrado, de forma objetiva y sin hacer sangre. Ya me hubiera gustado a mí que cuando el PSC llegó al Govern hubiera actuado igual. No podemos esconder la realidad.

-¿El ajuste que ha aprobado garantiza por sí solo que la Generalitat podrá seguir emitiendo deuda?

-El plan de austeridad, con una reducción del gasto de la Generalitat del 10% como mínimo, es nuestra gran contribución. Pero el Estado también tiene que cumplir y asegurarnos los ingresos que teníamos en el 2010. Si se dan las dos condiciones cumpliremos los objetivos de déficit, introduciremos confianza, ganaremos credibilidad y nos podremos endeudar razonablemente. En suma, podremos pagar. Pasaremos dos años difíciles, pero el sacrificio no será mayor del que han hecho muchas empresas, autónomos y familias. A las administraciones también nos toca apretarnos el cinturón.

-El plan de austeridad acarreará sacrificios para los catalanes. ¿Qué prestaciones públicas se preservarán y cuáles desaparecerán?

-Si el ajuste es el 10%, hay que preservar el 90% de lo que tenemos. En estos años hemos ido creciendo en prestaciones, inversiones, infraestructuras¿ ¿Queremos volver a tener el 100%? Pues deberemospencar,trabajar más y mejor. Así de claro: para ser un poco más ricos nos lo tenemos que ganar. Pero también hay que resolver el desequilibrio fiscal entre Catalunya y España. Pedimos un sacrificio colectivo, pero sabemos que, sin el déficit fiscal con el Estado, Catalunya viviría mejor. Con nuestro esfuerzo los catalanes podríamos vivir mejor si la riqueza que creamos no se gastara en el resto del Estado, y no siempre correctamente. Esto nos provoca indefensión; por eso pedimos el pacto fiscal.

-Dice que el dinero que aporta Catalunya al resto del Estado no se invierte bien. ¿Habla de fraude?

-No digo que haya fraude, pero sí que no se invierte de acuerdo con las prioridades de este momento. Pondré ejemplos: no tiene sentido que autonomías menos productivas que la nuestra tengan políticas sociales más fuertes que las de Catalunya. No tiene sentido que quien recibe dinero viva mejor que quien lo cede. Ni que el Estado invierta en infraestructuras allí donde no hay tejido empresarial y margine a territorio como Catalunya, donde se genera riqueza. No tiene sentido que Catalunya se sacrifique mientras el Estado tira el dinero.-Es un programa para toda la legislatura. El recorte será para el 2011 y el 2012, pero si hacemos bien las cosas después la economía mejorará, tendremos más recursos y podremos volver a invertir más, en especial en políticas sociales. Si intervenimos al enfermo no es para que se ponga peor, sino para curarlo.

-Entremos al detalle del recorte. Sus compromisos electorales sobre la sanidad pública incluían ampliar la capacidad de elegir especialista y hospital, reducir las listas de espera quirúrgicas¿ ¿Todo aparcado?

-¿La sanidad pública mantendrá todas las prestaciones actuales?

-Todas, no. Habrá que ajustar a la baja algunas cosas, las que no sean tan prioritarias como otras. Pondré un ejemplo: procuraremos no tocar el complemento de quienes cobran pensiones no contributivas, que viven por debajo del umbral de la pobreza. Otras cosas son necesarias, como las infraestructuras, pero en los próximos dos años empezar grandes obras no será viable.

-¿Descarta el copago?

-Lo descarto, pero recuerdo lo que dije siempre: una cosa es el copago generalizado y otra cosa son medidas que eviten el abuso del sistema, a propuesta de los profesionales. Estudiaremos cómo establecer barreras que eviten el abuso del sistema.

-Medidas disuasorias...

-Ya se hace en algunos países: hacer pagar a aquel que use incorrectamente la sanidad pública. No se debe ir a urgencias para todo. Si alguien va a urgencias de forma constante e injustificada, hay que poner barreras para que no abuse. Hay que proteger el Estado del bienestar.

-¿Se revisarán las subvenciones a la escuela concertada?

-Todo está sujeto a una posible contención. No habrá un incremento de conciertos, ni se construirán más escuelas en los próximos meses porque simplemente no podemos hacerlo. Pero los colegios, hospitales y centros de atención primaria tienen que seguir funcionando en cualquier caso. El objetivo es gastar mejor: optimizar la gestión y eficiencia de la Administración.

-¿Se subvencionará a las concertadas que segregan por sexo?

-Habrá conciertos para las escuelas que legalmente los puedan tener. Hablar de escuela segregada es muy duro. Aun viniendo de otra tradición escolar, quiero subrayar que en muchos países avanzados se apuesta pedagógicamente por la separación de niños y niñas, incluso en la escuela pública. No podemos ser dogmáticos: hay que analizarlo todo desde la óptica del rendimiento y de la lucha contra el fracaso escolar.

-¿Paralizarán obras en marcha?

-No se empezarán las obras que el tripartito prometió en los últimos meses, sin tener recursos, solo por razones electoralistas. De las que ya se están haciendo, algunas se tendrán que ralentizar. Y, por supuesto, no empezaremos nada nuevo.

-¿Echará el freno a la línea 9?

-Se ralentizarán esta y otras infraestructuras de fuera de Barcelona.

-Pese a la falta de recursos elimina el impuesto de sucesiones, renunciando a 400 millones de euros...

-No llegará, creo que estará más cerca de los 350 que de los 400. Es el único impuesto que tocaremos.

-También prometió suprimir las últimas subidas fiscales...

-En el transcurso de la legislatura; este año no podremos. Nuestro compromiso más claro era eliminar el impuesto de sucesiones para evitar que el capital catalán se vaya a territorios donde ya no existe ese gravamen. Es un sacrificio, no muy grande, para no perder actividad económica en Catalunya y mantener intacta la credibilidad del Govern.

-¿Cuál será el impacto del ajuste en la Administración?

-En general, no se repondrán las plazas de los funcionarios que se jubilen. Salvo en sanidad y educación, donde se repondrá uno de cada dos. En cuanto al personal laboral temporal, no diré que todos, pero sí es cierto que muchos contratos no los podremos renovar. Es molesto y triste, entre otras cosas porque se pueden inflar las cifras del paro, pero hay que parar la espiral de gasto. A un funcionario no lo podemos echar, porque tiene la plaza ganada por oposición, pero a una persona con contrato temporal, si no hay más remedio, le tendremos que pedir que deje ese trabajo. Cuando lo arreglemos todo ya les ayudaremos a encontrar otro empleo.

-Reducir un 25% las promociones de mossosafectará a la seguridad, en particular en Barcelona...

-Habrá que mejorar los efectivos que tenemos o trabajar un poco más en algunos ámbitos. Habrá quien no lo entiendo, pero no nos apartaremos de este camino. Nos jugamos el Estado del bienestar, el autogobierno de Catalunya, la credibilidad y la confianza del país. Nos lo jugamos todo. No podemos dar un paso atrás.

-Con un 18% de paro, ¿ve factible cumplir su propósito de reducirlo a la mitad en esta legislatura?

-Lo veo difícil, pero no me rindo. No importa si son cuatro años o cinco, pero ese es el reto. No podremos decir que Catalunya ha superado la crisis hasta que el paro se reduzca a la mitad. Yo no lo diré. Aquí el Estado tiene mucho que hacer, y nosotros influiremos para que lo haga.

-En estas primeras semanas ha habido algunas contradicciones entre sus consellers. ¿Está plenamente satisfecho del grado de coordinación del Govern?

-Plenamente no, porque soy muy autoexigente. Sé que en este primer rodaje del Govern la coordinación ha sido mejorable, y la mejoraremos.

-Hablando de rodaje, el fin de los 80 km/h ha sido accidentada...

-Haremos lo que prometimos: suprimir los 80 km/h, y nada más. Eso no significa que no mantengamos el esquema de velocidad variable.

-¿Hay alternativa a Renfe como operadora de Rodalies?

-Sí la hay, y he dado instrucciones para que se estudie seriamente. Renfe no se puede pensar que tiene el monopolio de Rodalies ni de los trenes regionales, De hecho, no firmaremos el contrato para cuatro o cinco años preparado por el tripartito y Renfe. En el 2011 no tenemos salida, pero a finales de año podemos convocar un concurso abierto a quien quiera presentarse. No estamos casados con Renfe.

-¿Ve a Spanair en quiebra?

-No.

-Las administraciones han prestado a la compañía otros 20 millones. ¿Spanair es una apuesta estratégica para la Generalitat?

-La apuesta estratégica es que El Prat tenga más rutas internacionales; Spanair es un instrumento. Este proyecto nos lo encontramos, no lo generamos. Antes de tomar una decisión, que lo haremos, hemos ganado unos meses de tranquilidad. Animo a Spanair a mejorar resultados y buscar un socio que ponga dinero.

-Con la bancarización o nacionalización de las cajas, ¿perderá Catalunya músulo financiero?

-No tenemos por qué. Mire la operación de La Caixa, la más importante: no la desnaturaliza como entidad; simplemente podrá actuar a través de un banco y captar capital. Mientras sea mayoritaria en el banco, nada cambia. Trabajaremos para que Catalunya no pierda peso financiero, pero no podemos hacerlo solos. No tenemos la sartén por el mango.

-¿Y el resto de cajas? ¿Peligran la obra social y el apoyo de las cajas al desarrollo local?

-Algunos peligros hay, pero la situación es la que es: para que vuelva a haber crédito hay que reestructurar el sector financiero. Y me temo que aún quedan un par de años hasta que el sistema financiero español acabe de hacer la limpieza que debe hacer.