FERRAN MASCARELL: Un verso libre con experiencia

De todo lo que se ha escrito estos días sobre el nuevo Govern de CiU seguramente uno de los análisis más interesantes es el que habrá plasmado en su cuaderno el futuro conseller de Cultura, Ferran Mascarell (Sant Just Desvern, 1951). Este historiador de apariencia noucentista, convertido en el fichaje estrella de Artur Mas, hace años que anota reflexiones y conversaciones en una libreta. Su trayectoria política ha estado siempre vinculada a la gestión cultural, primero como concejal en el Ayuntamiento de Barcelona y después como conseller en el primer tripartito. Solo pudo ocupar este cargo durante los últimos siete meses y no repitió porque el PSC decidió dejar la cartera de Cultura en manos de Esquerra. Mascarell acabó renunciando a su escaño y aceptó la oferta para ser consejero delegado de RBA Audiovisual. Su efímero paso por el sector privado no implicó una renuncia de la política y a través de artículos y tertulias ha mostrado su distanciamiento de la cúpula socialista y no ha disimulado su afán por ser el candidato a la alcaldía de Barcelona. Siempre quiso ser conseller de Cultura y podrá escribir que lo ha conseguido dos veces, aunque le haya costado el rechazo de su familia política.