A LA ESPERA DEL RESULTADO DEL 28-N

Carulla reorganizará el Palau con una junta de confianza

La nueva presidenta dobló en votos a la candidatura de Enrech

Mariona Carulla (izquierda) es recibida con flores por personal del Palau de la Música, ayer.

Mariona Carulla (izquierda) es recibida con flores por personal del Palau de la Música, ayer.

JOSEP-MARIA URETA
BARCELONA

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Mariona Carulla y la candidatura de personas de su total confianza en el Orfeó y en la Fundació

-con mayoría de representantes del mecenazgo- preparará a partir del martes el nuevo organigrama que sustituya el entramado actual del Palau de la Música y facilite una gestión unificada de lo que han sido tres compartimentos estancos (Consorci, Orfeó y Fundació) creados por Millet para facilitar sus maquinaciones. El triunfo electoral del martes de Carulla sobre su oponente Enric Enrech, quien llevó su estrategia de tensión  hasta el final, se saldó con 597 y 260 votos para cada uno.

Desde que Carulla dimitió, el 24 de octubre, para presentarse a las elecciones, ha habido un cambio sustancial en el entramado Fundació-Palau: la  sombra de la campaña electoral del Parlament y el requerimiento del juez instructor del caso Millet para que el Orfeó, como acusación particular, se pronunciara sobre si se abrían diligencias para investigar la presunta financiación de Convergència Democràtica (CDC) a través del Palau. La actuación del presidente interino, Josep Maria Busquets, sin contar con los órganos de gobierno de la entidad, con decisiones que de hecho favorecían la estrategia electoral de CDC, requerirá de  la nueva junta que vuelva a pronunciarse ante el juez. Lo hará con la ventaja de que es una junta de mayor poder en el Orfeó, donde se generó el conflicto, y que además ya podrá intuir qué perfil tomará a partir del lunes la representación de la Generalitat en el Consorci, donde coinciden Orfeó y administraciones.

RELEVO/ Del enredo político-judicial quedarán también dos aspectos por resolver. Uno, la relación con el bufete de abogados Garrigues, que actuó bajo las órdenes de Busquets. Y otro, de mayor calado, el papel que tendrá el actual director general Joan Antoni Llinares en la refundación del Orfeó. Carulla, en representación de la parte privada -cantaires y mecenas-, y Llinares, como persona de confianza de las administraciones, han trabajado juntos desde el verano del 2009 para desentrañar los montajes de Millet y Montull. Si el objetivo de la nueva junta es pasar página, el relevo de Llinares, aunque no inminente, podría formar parte de su agenda.