Rajoy insta al PP a centrar la crítica en Zapatero y no en sus ministros

Solo unos minutos después de que José Luis Rodríguez Zapatero anunciara en la Moncloa los cambios en su Gabinete, salió a la palestra el líder de la oposición a dar su opinión sobre el asunto. Su objetivo era marcar cuanto antes el mensaje oficial para que sus compañeros de partido se ciñeran al mismo en las intervenciones que tuvieran durante el día. «Cambian los músicos, pero lo que se necesita es un nuevo director de orquesta y una nueva partitura», afirmó Rajoy en el Congreso, negándose con un socorrido «yo no hablo de personas concretas» a valorar a los nuevos ministros. La metáfora de su jefe fue perfectamente entendida por los conservadores, que captaron que las directrices pasaban por minusvalorar los cambios y centrar los ataques en la figura de Zapatero.

«A mí me hubiera gustado que el presidente, en vez de utilizar el artículo 100 de la Constitución [que le reconoce la potestad para elegir a los miembros de su Gobierno], hubiera hecho uso del 115, que le faculta para disolver las Cámaras», espetó el líder de la oposición.

FIN DE LEGISLATURA / O sea, que haga lo que haga Zapatero (aunque sea dar la razón a la oposición que, desde hace meses, lleva reclamando una reducción de ministerios), su adversario va a seguir dando por finiquitada la legislatura. Al menos, mientras haya micrófonos delante. Porque cuando no los hay, varios dirigentes del PP admiten que el camino emprendido por Zapatero demuestra «que se ha tomado en serio las encuestas» y «algunas de esas críticas que ha recibido en su propia casa».

En ese camino, los populares consultados destacan que el presidente se ha plegado a un pacto de legislatura con PNV y CC que no quiso en sus inicios, ha puesto en marcha un plan para insuflar optimismo a la izquierda desencantada

-también en su propias filas-, ha logrado aprobar unos presupuestos en el peor momento del ciclo y ha vitaminado el Gobierno y el partido.

'EFECTO RUBALCABA' / «Zapatero despertó de su depresión y ha elegido a Rubalcaba, el de laGürtel, para que ponga en marcha la apisonadora y movilice el voto anti-PP», agrega un miembro de la cúpula del partido, que apuesta por no dar «excesiva publicidad» a la estrategia del PSOE y seguir cargando contra Zapatero y su gestión de la economía. «Con Rubalcaba cambiará la forma de contar las cosas y de contratacar al PP, pero nada más. Hablará bien, pero tendrá que hablar de crisis y de paro lo quiera o no», afirma otro dirigente. Lo cierto es que el nuevo vicepresidente incomoda a los conservadores. El argumentario enviado ayer a los cargos del partido instándoles a recordar que Rubalcaba fue «el portavoz del Gobierno del GAL» es una buena prueba.