COMPARECENCIA EN LA MONCLOA PARA EXPLICAR LOS CAMBIOS

El presidente trata de potenciar el perfil político y la comunicación

Afirma que acomete la reforma tras superar la incertidumbre política gracias al PNV y CC

Zapatero y la bancada socialista aplauden a la vicepresidenta Salgado (derecha), tras conseguir la aprobación de los presupuestos en el Congreso.

Zapatero y la bancada socialista aplauden a la vicepresidenta Salgado (derecha), tras conseguir la aprobación de los presupuestos en el Congreso.

PILAR SANTOS / Madrid

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Alguno se cayó de la cama al enterarse de los cambios del Gobierno por la radio, alguna se enteró en un plató de televisión de su degradación (Bibiana Aído, en Telecinco) y otro lloró en su escaño porque así lo sentía (Miguel Ángel Moratinos). José Luis Rodríguez Zapatero ha conseguido sorprender con una profunda remodelación que él mismo se había encargado de negar a los periodistas en los últimos días. Aunque hay que reconocer que, en una de esas entrevistas, afirmó: «Y si hubiera más cambios [que el de Celestino Corbacho], no se lo diría».

El presidente compareció ayer al mediodía en la Moncloa para comunicar las modificaciones en la composición del Gabinete que le acompañará en el tramo final de la legislatura. Dos son los objetivos en los que ha pensado al reestructurar su equipo, según explicó: potenciar el perfil político con personas «de extensa experiencia» y mejorar la capacidad de comunicación de las decisiones que toma el Gobierno.

«EN EL PSOE NO HAY DEDO POSIBLE» / La persona que claramente reúne estas dos características es Alfredo Pérez Rubalcaba, al que ha colocado como vicepresidente primero y portavoz. Ramón Jáuregui, nuevo ministro de Presidencia y político con grandes dotes comunicativas, también colaborará con Rubalcaba en esa labor, en la que tampoco desentonarán Rosa Aguilar (Medio Ambiente) y Trinidad Jiménez (Sanidad).

Zapatero no escatimó elogios para su nuevo número dos, del que destacó su gestión al frente del Ministerio del Interior, cargo que Rubalcaba conservará. Ante la pregunta de si puede considerarse que ha elegido a su delfín, al estilo de José María Aznar con Mariano Rajoy, aseguró: «En el PSOE no hay dedo posible. Tenemos ejemplos muy recientes. Es una hipótesis absolutamente absurda».

El presidente dijo que ha decidido acometer esta reforma ahora porque el apoyo del PNV y Coalición Canaria (CC) a los presupuestos despeja «la incertidumbre política» hasta diciembre del 2011. «Será el Gobierno de las reformas, el de la recuperación económica definitiva y el de la recuperación del empleo», afirmó.

LLAMADA A DE LA VEGA EL DOMINGO / Zapatero agradeció la labor de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y de los ministros salientes, pero aseguró que «las etapas se cumplen» y que «cada cierto tiempo» es necesario renovar la plantilla para «ganar energía e impulso». El domingo, el jefe del Ejecutivo comunicó su intención de reestructurar el Gabinete a De la Vega, su fiel escudera desde hace seis años.

Según fuentes gubernamentales, además del alivio que le ha supuesto aprobar las cuentas, Zapatero ha tenido en cuenta las presiones de dirigentes del PSOE que le reclamaban cambios ya y que se quejaban de las contradicciones que protagonizaban los ministros con iniciativas que se anunciaban y se desmentían en horas. Estas peticiones, más las encuestas que dan al PP una ventaja de 15 puntos, le han empujado a dar el golpe de timón. «El rumbo está trazado, pero ahora hay que recorrerlo hasta el final», subrayó.