RELEVO EN LA CARTERA DE TRABAJO

Corbacho dejará el Gobierno para ir en la lista electoral de Montilla

ALBERT OLLËS

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José Luis Rodríguez Zapatero ejecutará una crisis de Gobierno antes de las elecciones catalanas. Aunque al presidente del Gobierno le gusta sorprender a la hora de tomar ese tipo de decisiones, el nuevo rol de dos de sus ministros le obligará a reformar el Gabinete entre octubre y noviembre. El primer cambio, ya conocido y auspiciado por el propio líder del PSOE, dependerá de si la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, gana dentro de un mes las primarias a Tomás Gómez y se convierte en la aspirante socialista para competir con Esperanza Aguirre (PP) por la Comunidad de Madrid. Y el segundo, un rumor insistente en los últimos meses, se confirmará hoy con la presentación de la candidatura del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, para compartir con José Montilla las listas del PSC al Parlament.

Siguiendo el proceso reglamentario marcado por los socialistas catalanes, las agrupaciones de la federación de L¿Hospitalet de Llobregat, ciudad de la que Corbacho fue alcalde durante 14 años, incluirán su nombre entre los elegidos para entrar en la lista, y la propia federación oficializará el lunes la designación.

Número dos

Pese a su influencia en el partido como miembro destacado del sector del Baix Llobregat, el que fuera presidente de la Diputación de Barcelona tiene pocas opciones de ocupar el número dos de la candidatura del PSC, por detrás de Montilla. Un puesto que parece reservado a Laia Bonet, entre otras razones para cumplir con la paridad de género.

Pese a ello, es evidente que el regreso de Corbacho refuerza el peso específico en las listas del entorno más cercano al president de la Generalitat ¿por origen, trayectoria políca e ideología¿ en un momento de retroceso del sector más catalanista del partido. La decisión del conseller Antoni Castells de no presentarse a las elecciones podría tener continuidad en otro miembro destacado del Govern, Ernest Maragall, lo que contrasta con el aterrizaje del todavía ministro de Trabajo.

Aunque la persistencia de la crisis económica y el paro desbocado habían convertido a Corbacho en uno de los ministros con un mayor desgaste en esta legislatura, fue el propio interesado el que, según fuentes de su entorno, planteó a Montilla y a Zapatero su decisión de volver a casa. Primero habló con el líder del PSC, en una reunión que mantuvieron el 4 de agosto. Y posteriormente, informó al jefe del Ejecutivo central. Según las mismas fuentes, en ambos casos argumentó razones más personales que profesionales. "Su ámbito natural para hacer política es Catalunya y, de acuerdo con su familia, considera que es el momento de volver a dedicarse activamente a esa labor", explicaron.

En el caso, ya imposible, de que Montilla hubiese convocado las elecciones en octubre, la marcha de Corbacho se hubiera podido avanzar unas semanas, pero ante el nuevo calendario todo apunta a que Zapatero esperará al próximo mes. Otra razón de peso reside en la convocatoria de la huelga general para el 29 de septiembre, lo que hace conveniente que el actual titular de la cartera de Trabajo aguante en el cargo hasta después del paro para no quemar de forma anticipada a su sustituto.

El nombre del relevo de Corbacho despierta también un especial interés en clave catalana, ante la posibilidad de que Carme Chacón se quede como única representante del PSC en el Gabinete. Una situación poco habitual en los últimos años, en los que la propia Chacón ha ostentado consecutivamente las carteras de Vivienda y Defensa y el propio Montilla y Joan Clos, la de Industria.

Doble cambio

El poco tiempo que transcurrirá entre la huelga general y la votación de las primarias para decidir el candidato en la Comunidad de Madrid, prevista para el 3 de octubre, situán a partir de ese día la fecha más probable para que el jefe del Ejecutivo acometa de una sola vez el doble cambio. Una situación que le permitiría incluso ampliar la reforma a otros ministerios, aunque esa ya es otra historia.