entrevista con el EXALCALDE DE SANTA COLOMA DE GRAMENET, IMPUTADO EN EL 'CASO PRETORIA¿

Bartomeu Muñoz: "No he hecho nada que no hicieran o hagan otros alcaldes"

Lejos de Santa Coloma  El exalcade colomense Bartomeu Muñoz, en la terraza de su casa de Barcelona, la semana pasada.

Lejos de Santa Coloma El exalcade colomense Bartomeu Muñoz, en la terraza de su casa de Barcelona, la semana pasada.

MAYKA NAVARRO / Madrid

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Bartomeu Muñoz, sucesor de Manuela de Madre al frente de la alcaldía de Santa Coloma de Gramenet, salió de la cárcel el pasado 23 de diciembre. Fue detenido y encarcelado por orden del juez Baltasar Garzón por su presunta implicación en la trama delcaso Pretoria. Esta es su primera entrevista desde que recuperó la libertad.

-¿Cuál ha sido el peor momento que ha vivido en estos meses?

-El día que me enteré de que habían imputado a mi madre. Me lo contó un interno de Can Brians tras oírlo en la radio. Pero ahora estoy bien, con ganas de defenderme y de explicar la verdad. Solo espero que esto dure lo menos posible.

-¿No fue ver su foto esposado?

-Eso no me afectó. Sabía que iba a ser así, formaba parte del espectáculo. La toma policial del Ayuntamiento de Santa Coloma, ese asalto al palacio de Invierno, era parte de ese formato público de investigación al servicio del espectáculo.

-¿Estaba en el ayuntamiento?

-No.

-¿Jugando al golf?

-Estaba en mi casa. Eran las nueve de la mañana y, obviamente, no estaba jugando al golf. Jamás en mi vida he jugado al golf a esa hora.

-No es un delito jugar al golf.

-Sí es un delito, como lo era hace 30 años jugar al tenis. En cualquier caso, la Guardia Civil llegó y un tal Paco, muy amable, me dijo que estaba detenido. Afortunadamente, estaba solo. Me sorprendió. Deje que le diga que en este país se respeta poco a los detenidos. Y no hablo por mí, porque casi siempre -no siempre- me trataron con respeto.

-Tiene ganas de defenderse, pues empecemos por el millón de euros que presuntamente cobró a través de su madre.

-Yo no he cobrado ni un millón ni medio de un negocio que mi madre hizo con el señor Luis García. Mi madre tenía 75 años, quería dejar de gestionar el patrimonio familiar y decidió vender. Pero yo no he intervenido jamás en los negocios familiares. Además, aquel fue legítimo y mi familia pagó los impuestos correspondientes.

-El piso que supuestamente Proinosa le cedió.

-Es una mera casualidad que ese piso esté en el bloque de mi vivienda. Pero no es mío, no lo he utilizado ni lo he alquilado. Y como vivo delante, le puedo decir que está vacío.

-¿Proinosa pagó obras en su casa?

-Jamás. Hay obras pagadas por Proinosa, pero en el edificio, no en mi casa, porque ese piso tuvo humedades que afectaron a otro vecino.

-¿Cómo ha variado su patrimonio?

-En los últimos 15 años, en nada sustancial. Mi patrimonio es anterior al hecho de que yo fuera alcalde.

-¿Luigi sigue siendo su amigo?

-Naturalmente que sí. Lo conozco desde hace al menos 35 años. Conocí a su mujer y a su hijo antes que a él. Pero lo conozco yo y otros muchos. Éramos pocos en la sección catalana del PSOE en aquellos años y nos conocíamos todos. Ahora es muy conveniente renegar de Luis García, pero yo no reniego de una persona que conozco desde hace 35 años.

-De la lectura de los informes de la Guardia Civil...

-¡Alto! Esos informes no son los Evangelios. Solo son informes de la Guardia Civil, que por cierto son sesgados, con valoraciones tendenciosas y con un objetivo claro: demostrar lo que quieren demostrar. Hay conversaciones telefónicas que no salen, otras que sí, otras interpretadas...Nadie les autorizó a interpretarlas.

-Algunos han interpretado que Luigi mandaba en Santa Coloma.

-Luis García no ha mandado jamás en el ayuntamiento. En Santa Coloma mandaba yo, que era el alcalde.

-Pero parece bastante claro que se apañaron concursos...

-Jamás se ha construido nada público que no decidiera el ayuntamiento a partir de un plan y con los controles pertinentes.

-Insisto, ¿se apañaron concursos?

-Jamás. En Santa Coloma nadie se ha llevado ni un euro. No quiero mezclar a ningún alcalde, pero no he hecho nada que no hicieran o hagan otros. La sinergia entre lo público y lo privado en los ayuntamientos es imprescindible, porque si no algunos como el nuestro dejarán de serlo y pasarán a ser barriadas.

-Lo dice como si fuera una víctima.

-Naturalmente que sí.

-No le pega con su arrogancia.

-Si usted lo dice...

-En 1975 usted, hijo del último alcalde franquista de Santa Coloma, compartió celda con el Vaquilla. Ahora lo ha hecho con Luigi.

-Sí, hace 35 años me detuvieron en Sant Adrià por repartir propaganda contra el régimen. Pero eso ahora no conviene recordarlo. Ahora lo que se cuenta -y, por cierto, lo ha publicado el periódico para el cual usted trabaja- es que viajaba en Mercedes, que jugaba cada mañana al golf y que siempre invitaba a cenar en los mejores restaurantes. Y yo jamás he tenido un Mercedes.

-No es un delito tener un Mercedes.

-No, no lo es, como tampoco lo es jugar al golf ni cenar en buenos restaurantes. Pero el artículo pretendía explicar que como tengo un Mercedes, juego al golf y voy a restaurantes caros soy un corrupto. Jamás he tenido un Mercedes, nunca he jugado al golf a las nueve de la mañana y cuando he cenado en grandes restaurantes nunca he pagado yo.

-Alguna vez habrá pagado.

-El Ayuntamiento de Santa Coloma jamás ha tenido una tarjeta de crédito. Me negué a tenerla y a que la tuvieran otros. Es modesto y se mueve en esa lógica.

-Habla como si aún fuera alcalde.

-Estoy muy alejado de Santa Coloma y no tengo relación, y es bueno que no la tenga¿ La última vez que estuve allí fue el día que me fui. El día que me sacaron detenido del ayuntamiento por la puerta principal, con la prensa en la puerta.

-¿No ha vuelto?

-Nunca más.

-¿Lo han expulsado del PSC?

-No lo sé. No tengo una idea cierta. Yo sé que no me he ido y no me consta que haya sido expulsado.

-¿Tiene algo que reprochar a Manuela de Madre?

-No. Es mi amiga y entiendo las dificultades de los dirigentes del partido. Sé hasta dónde pueden llegar.

-José Montilla no lo ha llamado.

-En una sociedad como la que vivimos, absolutamente inquisitorial, entiendo que no lo haga.

-¿De qué vive?

-Del sueldo de mi mujer y de las rentas del patrimonio familiar.

-¿Conspira, siente rabia, ansias de venganza?

-¿Rabia? ¿Contra quién? No tengo. Y ansias de venganza, tampoco.

-¿Perdonará?

-Naturalmente que no. Hay gente que sabe que me puede llamar 80 veces y que jamás contestaré.

-¿Cómo fue su paso por la cárcel?

-Bien. Allí conocí a Macià Alavedra y Lluís Prenafeta, dos personas con las que se me acusa de mantener una asociación ilícita.

-¿Hizo amigos en prisión?

-Sí, claro. Cuando salimos de Madrid, algunos internos lloraron.

-¿Es ahora un hombre diferente?

-Esencialmente, sigo siendo el mismo, pero he cambiado en algunas cosas. Me preocupa que en España no exista la presunción de inocencia. La política me la miro de otra manera. Ni estoy ni estaré nunca más. También me preocupa la falta de crítica por parte de la prensa. No entiendo cómo han sido capaces de tragarse que yo tengo algo que ver con Prenafeta o Alavedra. No sabía ni quiénes eran. ¡Pero si no se saben ni dónde está Santa Coloma! Se lo pregunté y no lo sabían. Me inquieta que medios que exhiben independencia y libertad, ante un tema judicial, se acoquinen. No he visto ni un periódico que explique la verdad. Han explicado el informe de la Guardia Civil y solo faltaría que dijera que soy fantástico.

-¿Nadie le ha preguntado por la financiación ilegal del PSC?

-Jamás, no tendría sentido.

-¿Qué hará a partir de ahora?

-Alguien podría pensar que no me falta talento para trabajar, pero en estos momentos es imposible, por el pánico y la inquisición, que alguien me contrate.