La visión catalana

ERC anticipa la independencia e ICV llama a la huelga general

Los socios del PSC en el tripartito cargan contra el Gobierno del PSOE

El presidente de la Generalitat, José Montilla, ayer, durante la sesión de control en el Parlament.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, ayer, durante la sesión de control en el Parlament.

ALBERT OLLÉS
MADRID

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Joan Ridao, de ERC, y Joan Herrera, de ICV, se soltaron ayer el pelo. La ocasión era propicia tras el fallo del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut y el giro ideológico de la política económica del Gobierno del PSOE. La proximidad de la cita con las urnas puso el resto y acabó dibujando un desencuentro en toda regla entre los dos socios del PSC en el tripartito y el presidente del Ejecutivo central. Un mal presagio cara a consensuar una resolución unitaria de las fuerzas catalanas, en la que ya casi nadie confía.

Ridao habló primero de economía para decirle a José Luis Rodríguez Zapatero que sus principios en esta materia son como los de Marx

–Groucho Marx–, es decir, «líquidos e intercambiables». Tras descartar cualquier acuerdo con el PSOE en las reformas que está negociando, el portavoz de ERC entró en el análisis de la sentencia del TC anticipando que el fallo y la manifestación de protesta son el «inicio de una transición tranquila y democrática hacia la independencia» de Catalunya.

SUBESPECIE CIUDADANA / Ridao, uno de los padres del Estatut, aseguró que la resolución «derrumba» las paredes maestras de la norma y «arrasa» con todo lo que tenía de novedoso. «Se nos dice a los catalanes que somos poco menos que una subespecie de ciudadanos y que no hay otra nación que la matriz castellana», añadió. Y recordó que para respetar las reglas del juego estas han de ser iguales para todos, y el árbitro, equitativo.

Herrera cargó las tintas contra una Constitución cuyo techo se ha quedado «tan bajo», dijo, que los catalanes «no pueden caminar erguidos». El líder de ICV reclamó una reforma de la Carta Magna para que reconozca que España es un «estado plurinacional». Si ello no pasa, como es previsible, aseguró que será la hora de que a Catalunya se le permita «decidir de forma reflexiva y serena, sin aceptar el chantaje inmovilista del PP y la pasividad del PSOE».

Guardó el último cartucho para criticar el «abandono» de la izquierda por parte de Zapatero a causa de su política económica. «Pocos gobiernos han merecido tanto una huelga general», sentenció.