La polémica

Un acuerdo salomónico permitirá a Montilla desfilar tras la 'senyera'

TONI SUST / NEUS TOMÀS
BARCELONA

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El culebrón a cuenta de la preparación de la manifestación de respuesta a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut acabó ayer. Como quería, el presidente de la Generalitat, José Montilla, irá tras lasenyera, pero con una escenografía peculiar. Aunque así lo deseaba, el principal organizador de la protesta de mañana, Òmnium Cultural, no logró imponer su voluntad, la de que la marcha la abriera una pancarta con el lemaSom una nació. Nosaltres decidim. Al final hubo acuerdo, una solución salomónica que no contenta a todos pero que salva los muebles.

El desenlace no es precisamente simple. Según comunicó ayer la comisión organizadora de la manifestación –en la que figuran Òmnium, los partidos, sindicatos y otras entidades–, la marcha la encabezará unasenyeraen posición horizontal que portarán ciudadanos anónimos. A un lado y al otro de la bandera catalana irá el lema entero en dos pancartas separadas (ver gráfico). Detrás de lasenyerafigurarán Montilla; los expresidentes de la Generalitat Jordi Pujol y Pasqual Maragall; el presidente del Parlament, Ernest Benach, y sus antecesores Heribert Barrera y Joan Rigol. Y justo detrás, la pancarta con el lema, que llevarán líderes de los partidos catalanes y representantes de sindicatos y entidades.

PULSO SOTERRADO / En el pulso soterrado entre el PSC y CiU, los socialistas ganan, o por lo menos evitan la gran derrota que hubiera supuesto que Montilla no hubiera podido ir tras lasenyeradespués de haberlo solicitado públicamente. ERC e ICV se mantuvieron un poco al margen en los últimos días. Ayer, sin embargo, los republicanos se atribuyeron el parto de la solución. Según las mismas fuentes, ICV y los sindicatos la apoyaron, mientras que CiU dio un paso atrás, afirmó que de la pancarta con el lema en adelante se hiciera lo que fuera, pero sin que constara ni su apoyo ni su rechazo. Los nacionalistas esperarán a que pase la manifestación para emitir sus quejas.

El PSC acudió a la reunión advirtiendo de que Montilla asistiría en todo caso a la manifestación y pidiendo un acuerdo. Fuentes del tripartito sostienen que lo que CiU quería es que su líder, Artur Mas, fuera por delante o a la misma altura que Montilla y que no le gusta nada que elpresidentaparezca en la foto con Pujol. Fuentes nacionalistas, a su vez, lo niegan e insinúan que los socios del tripartito presionaron a Òmnium Cultural para salirse con la suya.

En cuanto a Òmnium, su presidenta, Muriel Casals, y el resto de la dirección no se salieron con la suya. El martes afirmaron que por respeto a sus socios solo podían apoyar que la manifestación se abriera con el lema. Ayer, en un comunicado, la entidad aseguró que «irá encabezada por la pancarta con el lema» y «precedida» por lasenyera, el lema, en dos pancartas más pequeñas, y los presidentes y expresidentes. Por más empatía con que se lea la situación, lo que encabezará la marcha será la bandera catalana y las dos pancartas. El comunicado advertía de que la decisión «no se ha tomado por unanimidad». Entre los que no la querían destacan la propia institución y CiU. Como el PSC, Esquerra celebró el pacto. De hecho, su secretario general, Joan Ridao, se apuntó a la tesis de Pujol, al asegurar que lasenyerapor sí sola, sin lemas ni pancartas, «no dice nada».

No habrá manifiesto que corone la protesta. Al final del acto se prevé la lectura de una declaración a cargo de dos presentadores, los actores Txe Arana y Lluís Soler. El Orfeó Català cantará Els Segadors. A la vista de lo complicado que ha resultado diseñar la cabecera, no hay que descartar más conflictos antes de que mañana, a las seis de la tarde, empiece en el paseo de Gràcia con la avenida Diagonal una protesta llamada a ser histórica.