Muere a los 79 años Jordi Solé Tura, exdirigente eurocomunista, del PSC y padre de la Constitución

Jordi Solé Tura (Mollet del Vallès, 1930) ha fallecido hoy en Barcelona a los 79 años. El político y doctor en Derecho Constitucional fue diagnosticado de alzhéimer en el 2004, enfermedad que inspiró el documentalBucarest. La memòria perduda, realizado por su hijo Albert.

La capilla ardiente del veterano político se instalará mañana al mediodía en el salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat y estará abierta al público mañana de 16.00 a 20.00 horas y el domingo, de 9.00 a 12.00 horas.

'Bucarest. La memòria perduda'

El exdirigente eurocomunista y uno de los padres de la Constitución estuvo afiliado a Bandera Roja y al Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). Fue detenido y encarcelado seis meses en la Modelo de Barcelona y vivió exiliado en Francia y Rumanía. Con la instauración de la democracia fue diputado en el Congreso por el PSUC (1977-1982) y con el PSOE desde 1989.

También integró la comisión redactora de la Constitución Española de 1978, representado al Partido Comunista, junto a otros seis políticos como Gregorio Peces-Barba (PSOE); Manuel Fraga (Alianza Popular); Miquel Roca Junyent (CiU), y Gabriel Cisneros, Miguel Herrero y José Pedro Pérez Llorca (UCD).

En las elecciones autonómicas catalanas de 1988 se presentó como independiente en la candidatura del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE). Con esta formación volvió a ocupar escaño en el Congreso a partir de 1989 y después en el Senado con la Entesa.

El militante socialista fue ministro de Cultura (1991-1993), en el sexto gobierno de Felipe González, en sustitución de Jorge Semprún. En el año 2004 se retira de la vida pública.

Homenaje en el Congreso

La noticia de la muerte de Solé Tura ha llegado esta mañana al Congreso cuando se celebraba un acto conmemorativo del 31º aniversario de la Constitución.

En el acto, en el que han participado alumnos de enseñanza media junto a deportistas y actores famosos, ha sido interrumpido momentáneamente por el presidente de la Cámara, José Bono, para que todos los asistentes pudieran guardar un minuto de silencio en su memoria.

Tras el aplauso que ha cerrado el improvisado homenaje, Bono ha dicho que un "buen modo de rendirle tributo" era seguir con la lectura de la Carta Magna, a cuya redacción él tanto había contribuido.