RESPUESTA AL BOICOT

Noa toma la iniciativa

La cantante israelí defendió, en un discurso inesperado en catalán, la vía del diálogo para acabar con el conflicto de Oriente Próximo y se sobrepuso a una treintena de boicoteadores

SARA GONZÁLEZ
BARCELONA

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Entre canción y canción, habló. Vestida de blanco, como emulando a la paloma de la paz, Noa se saltó ayer el guión y protagonizó la única intervención que no estaba prevista. La cantante israelí quiso responder públicamente a las críticas recibidas esta última semana por parte de los miembros de ICV y silenciar las bocas de sus boicoteadores de la plataforma Aturem la Guerra. Y lo hizo, además, en catalán. «Mi sueño es estar presente y cantar en la firma del tratado de paz entre Israel y Palestina», afirmó Noa.

Nada más aparecer en el escenario, una treintena de miembros de la plataforma la recibieron, tal y como habían amenazado, con silbatos, ondeando pañuelos palestinos y exhibiendo carteles y globos con los lemas Boicot a Israel y Solidaridad con Palestina. Noa hizo oídos sordos y siguió adelante con su actuación. En su inesperado discurso, lamentó «la sangre derramada» en Oriente Próximo y defendió el diálogo como principal arma para zanjar el conflicto.

El público arropó a la cantante. Tras entonar, también en catalán, El cant dels ocells y Beautiful that way junto a la Orquestra Àrab de Barcelona, las ovaciones ahogaron los pitidos, que se convirtieron en una simple anécdota. Había otra protesta silenciosa, la de ICV, que el jueves se apresuró a desmarcarse del boicot de la plataforma. Los diputados ecosocialistas lucieron pines propalestinos como símbolo de protesta a la actuación de la israelí.

Felicitaciones y disculpas

Sin embargo, la rebeldía de ICV fue menguando a lo largo del día. Al finalizar el acto, el president, José Montilla, se apresuró en ir a felicitar a Noa. También lo hicieron el vicepresident, Josep Lluís Carod Rovira y el líder de ERC, Joan Puigcercós. Aunque antes de la actuación la portavoz parlamentaria de ICV, Dolors Camats, se acercó a Noa para explicarle las razones de su protesta y trasladarle su rechazo al boicot, no fue hasta la tarde que el conseller de Interior, Joan Saura, condenó los abucheos, y los tachó de intolerables. Sin embargo, el líder ecosocialista ya expresó su apoyo a la cantante aplaudiéndola durante su actuación. Montilla afirmó que las personas que participaron en el boicot hicieron «un flaco favor a la causa palestina».

Dejando de lado la protesta contra Noa, el acto central de la Diada Nacional de Catalunya, dirigido por el director teatral Joan Ollé, se caracterizó por su solemnidad y su riqueza artística. El padre de la rumba catalana, Peret, recogió tantos aplausos como Noa. El saxofonista Llibert Fortuny interpretó varios fragmentos de canciones populares catalanas y la cantante de Palafrugell Sílvia Pérez apeló a la memoria histórica con su Corrandes de l’exili.

También actuó, entre otros, el coreógrafo Cesc Gelabert, que bailó bajo la batuta de la Cobla Sant Jordi - Ciutat de Barcelona. El poeta Joan Margarit concluyó el acto con unos versos escritos para la ocasión que recordaron el lastre que aún supone para Catalunya el franquismo.

Sillas bajo un sol de justicia

Como en los dos últimos años, el acto se celebró frente a la cascada del Parc de la Ciutadella. En esta ocasión, además, 2.000 personas pudieron sentarse durante las actuaciones. Eso sí, bajo un sol de justicia. Este año, la senyera que presidió la jornada fue la del consistorio de Vilanova i la Geltrú (Garraf), cuna del primer presidente de la Generalitat republicana, Francesc Macià.