La protesta

El boicot de ICV a Noa deriva en su tercer pulso del año con Israel

JOSE RICO
BARCELONA

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Puede que ICV-EUiA no esperase que una protesta simbólica desembocara en el tercer conflicto del año entre los ecosocialistas e Israel, otra vez con el Govern en el fondo y, además, en plena Diada. Pero lo cierto es que la intención de lucir hoy pines propalestinos como signo de rechazo a la actuación de la israelí Noa en el acto central del Onze de Setembre precipitó ayer acontecimientos que evidencian una atropellada gestión del asunto. La embajada de Israel en España salió en tromba contra ICV, la plataforma que sembró la semilla de la protesta (Aturem la Guerra) quiso arrastrarle hacia un boicot en toda regla que el partido rechazó y, para colmo, trascendió que a su jefe de filas, Joan Saura, no se le consultó.

El portavoz de la embajada de Israel, Elior Hayat, tachó de «antisemitas» las críticas de ICV-EUiA a Noa y acusó a la coalición de defender el terrorismo y a Hamás. Los ecosocialistas emplazaron a la embajada a «condenar la muerte de civiles en Gaza» antes de criticarles. Es el tercer encontronazo entre Iniciativa y la embajada israelí en el 2009. Solo en enero, al conseller Saura le llovieron críticas de la comunidad judía, primero, por asistir a una manifestación propalestina en Barcelona y, poco después, por un polémico cambio en la ubicación de un acto de conmemoración del Holocausto.

RIÑA DE OLLÉ / Ahora, Saura ha podido escabullirse de la tormenta porque no estaba en la reunión del grupo parlamentario del miércoles, donde se decidió la protesta. Por ello, cuando el responsable artístico del acto institucional, el director teatral Joan Ollé, le reprendió ayer cuando el conseller supervisaba el ensayo general en el Parc de la Ciutadella de Barcelona, este se defendió alegando que no fue informado del tema.

El gesto de ICV lo aprovechó Aturem la Guerra para involucrarle en la exhibición de pañuelos palestinos que quiere realizar hoy, pero el partido se apresuró a desmarcarse. Y para dejar claro que el Govern no participa de la protesta, el president, José Montilla, afirmó que quienes critican a Noa son «una minoría». El otro socio, ERC, juzgó inoportuna la iniciativa del boicot por el día, el lugar y el momento de anunciarla.