El juez comprueba si Planells dio a la mafia más de 20 permisos laborales

MARGARITA BATALLAS / MADRID

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El juez investiga si Eduard Planells, exsubdelegado del Gobierno en Barcelona, concedió desde el 2001 al menos 20 permisos de trabajo irregulares a emigrantes contratados por un capo de la mafia rusa detenido en el 2005. También se examina si esos presuntos favores fueron cobrados por Planells en pagos en efectivo o mediante servicios personales, según fuentes de la investigación.

El exsubdelegado del Gobierno negó ante el juez todos los cargos. A pesar de ello, continúa imputado por prevaricación, cohecho y falsedad. Planells admitió que había mantenido en el 2001 dos encuentros con Malchas Tetruashvili, presunto lugarteniente del jefe de esa red, a instancias del diputado de CiU Antoni Fernández Teixidó. Un extremo que, según fuentes judiciales, el magistrado pretende que le explique dirigente nacionalista.

LOS ENCUENTROS

En la primera conversación, Tetruashvili le explicó que era presidente de una oenegé que quería contratar mano de obra cualificada en Georgia para su negocio de hostelería en Barcelona. Después, Tetraushvili consiguió que le redactara una carta para salvar los obstáculos que le puso la Embajada de España en Moscú.

Precisamente, esa misiva dio lugar a que el juez Fernando Andreu incoara unas diligencias separadas de la investigación que instruye contra los jefes de la mafia rusa detenidos en el 2005. En esas diligencias, el juez ha autorizado escuchas telefónicas. Sin embargo, la operación se precipitó después de que Planells abandonara su cargo en la subdelegación y se incorporara a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).

LA EXPLICACIÓN

Fuentes jurídicas justificaron la detención de Planells y las otras tres personas porque se quería evitar que consensuasen sus declaraciones y destruyeran pruebas. Esas fuentes han informado que en los registros practicados se ha intervenido "valiosa documentación".

La detención no implica necesariamente el ingreso en prisión de los detenidos, según las citadas fuentes, que añadieron que los delitos imputados, a pesar de la alarma social que provocan, llevan aparejadas penas menores de prisión. También se tuvo en cuenta que había disminuido el riesgo de fuga.

Fuentes de la investigación también han desvelado que los imputados incurrieron en "contradicciones" durante sus declaraciones. En cualquier caso, el juez ha constatado que Planells pudo aprobar de manera irregular al menos 20 expedientes de concesión de permisos de trabajo de los 30 que ya se han revisado. Las personas beneficiadas estaban relacionadas de manera "directa o indirecta" con Tetraushvili y con Tariel Onani, quien logró huir en la primera fase de esta operación junto a su mujer abandonando a su hija que fue acogida por los servicios sociales de la Generalitat.

Las mismas fuentes explicaron que los trámites para conseguir los permisos de trabajo obligaba a los inmigrantes a presentar una oferta laboral que era firmada por la oenegé de Tetraushvili. El expediente era examinado entonces por un funcionario, que formulaba una propuesta, aunque la última palabra la tenía Planells, a la sazón coordinador de extranjería. En algunos de esos expedientes han aparecido notas manuscritas del exsubdelegado del Gobierno. El juzgado examina si por estos favores Planells cobró dinero en metálico o en especies, esto es, servicios personales.

LAS CONTRADICCIONES

El funcionario Gerardo González explicó que se dedicaba a resolver los recursos que se presentaban contra la denegaciones de permisos de trabajo, aunque la última palabra la tenía el exsubdelegado. El juez, al igual que a Planells, le hace comparecer quincenalmente en el juzgado. Víctor Ambiela, otro de los detenidos, se presentó como un colaborador del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y afirmó que realizaba gestiones "diarias" para el consulado de Rusia de Barcelona. Esta legación diplomática ha negado toda relación con Ambiela.