Alonso admite que el blindado de los soldados muertos en Líbano no llevaba inhibidor de frecuencia

El ministro afirma que el coche bomba que se usó en el atentado contenía 50 kilos de explosivos

AGÈNCIES / MARJAYUN

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El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha afirmado que el coche bomba que ayer acabó con la vida de seis cascos azules españoles en el Líbano contenía 50 kilos de explosivos y ha admitido que el vehículo blindado BMR español en el que viajaban las víctimas no llevaba inhibidores de frecuencia, el sistema que permite anular mecanismos de activación de explosivos por radiofrecuencia. Alonso ha pedido su comparecencia en el Congreso, con carácter de urgencia, para informar del ataque.

José Antonio Alonso ha informado de que el pasado 9 de noviembre, el Estado Mayor de la Defensa ordenó que todos los blindados desplegados en misiones estuvieran dotados de estos sistemas. El proceso de compra iniciado desde entonces y destinado a incorporar 90 sistemas en los BMR permitió incluir inhibidores en los vehículos que llegarán próximamente a Afganistán, no así en el Líbano, donde se incluirán "de inmediato", según el titular de Defensa.

Un Renault Express

Alonso, en rueda de prensa en la base española Cervantes del contingente desplegado en el Líbano, ha dicho que el coche bomba utilizado fue un Renault Express con matrícula falsa y el número de bastidor trucado, lo que hace suponer que procedía de "fuera del Líbano". "No tengo ninguna duda de que se ha tratado de un atentado terrorista que busca la desestabilización en el sur del Líbano y cuestionar la misión FINUL de Naciones Unidas", ha afirmado Alonso.

Gestión de la repatriación

Alonso ha llegado hacia las 8.15 hora local (7.15, hora peninsular española) a la base Cervantes en Marjayún donde ha iniciado su viaje a Blatt, donde se encuentra el cuartel general del contingente español de la FINUL, para gestionar a repatriación de los cadáveres y visitar a los dos heridos que permanecen ingresados en el hospital de Sidón.

El ministro ha llegado a bordo de un helicóptero de Naciones Unidas desde Beirut acompañado por el equipo de médicos forenses militares y del servicio de identificación de la Guardia Civil. En la base, a escasos tres kilómetros de la localidad de Jiam, el lugar del atentado, Alonso ha sido recibido por el jefe del contingente español, general Ramón Martín-Ambrosio, que le ha explicado la situación actual de la misión y las últimas novedades sobre el ataque a las tropas españolas.

Los dos heridos, fuera de peligro

Los cadáveres de los fallecidos serán repatriados una vez que sean identificados por lo que se prevé que llegarán a España esta noche. Esta tarde el ministro visitará a los dos soldados heridos, que se encuentran fuera de peligro. Mientras, los seis agentes de la Guardia Civil desplazados desde Madrid llevarán a cabo las tareas de identificación de los seis soldados asesinados --todos ellos menores de 21 años--. Hasta que no se completen estas tareas, los restos de los militares muertos no serán repatriados a España.

Todo apunta a Al Qaeda

Por su parte, la policía libanesa presuntamente tiene ya algunas pistas sólidas sobre la autoría del ataque. Algunos militantes del grupo Fatá al Islam, vinculado a la red de Al Qaeda, supuestamente habían confesado en los últimos días su intención de atentar contra las tropas internacionales de las Naciones Unidas que operan en el país.

Anoche, el ministro Alonso ya apuntó a la posible responsabilidad de este grupo, que mantiene enfrentamientos desde hace cinco semanas en el campo de refugiados de Naher el Bared (Trípoli) con el Ejército libanés. Sin embargo, no se descarta otra autoría. Sea cual sea el grupo responsable, España continuará en la misión de la Fuerza Internacional de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) y mantendrá su contingente de 1.100 soldados desplegados en la región este del país.