Reforma del reglamento

El Parlament acelera el voto telemático a la espera de si regresa Puigdemont

La Cámara catalana ha aprobado por mayoría absoluta la tramitación exprés de la proposición de ley para modificar la normativa del hemiciclo

El independentismo prepara un dispositivo que custodie el regreso de Puigdemont al Parlament

Junts propone suprimir el artículo por el que se suspendió a Laura Borràs del reglamento del Parlament

Pleno de constitución del Parlament de Catalunya tras elecciones del 12-M

Pleno de constitución del Parlament de Catalunya tras elecciones del 12-M / ZOWY VOETEN

Gisela Boada

Gisela Boada

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A la espera del regreso anunciado del expresident Carles Puigdemont, el Parlament ha hecho este jueves el primer paso para garantizar que tanto él como el diputado de Junts, Lluís Puig, puedan ejercer su voto a distancia. Mientras entidades y partidos independentistas preparan un dispositivo "multitudinario" para la vuelta del exjefe del Govern, tal y como ha adelantado EL PERIÓDICO, y sin fecha clara del retorno, el hemiciclo blindará a finales de este mes la posibilidad de que, hasta que llegue el momento, su voto esté garantizado.

El pleno ha aprobado así la tramitación por lectura única de la proposición de ley de reforma parcial del reglamento impulsada por PSC, Junts, ERC, Comuns y la CUP que, además de regular el voto telemático y añadir el voto a distancia, también flexibiliza la cesión de diputados entre grupos parlamentarios y modifica la mayoría necesaria para aprobar las declaraciones institucionales en la Cámara.

Pendiente de aprobación final

Con los votos a favor de los cinco partidos impulsores (105) ha salido adelante la propuesta, que después deberá someterse a una última votación el 25 de julio para su aprobación final, que requerirá, de nuevo, de una mayoría del hemiciclo a favor. Lo que se ha acordado en este pleno es que la tramitación sea por la vía rápida, la de lectura única o exprés, lo que acota los tiempos.

Este ritmo acelerado obligaba a los partidos a presentar las enmiendas en las siguientes horas tras la votación, que se votarán también el mismo día 25. Con el plazo ya cerrado, se han registrado dos enmiendas a la totalidad por parte de PP y Vox; y una en solitario por parte de Junts, quien pide que se elimine el artículo 25.4, que permite la suspensión de un diputado en caso de que se le abra juicio oral por delitos vinculados a la corrupción y que sirvió como prerrogativa para suspender hace dos años a la entonces presidenta Laura Borràs.

Los partidos impulsores han modificado algunos de los tecnicismos y redactados de los artículos ya previstos para su modificación sin alterar el sentido final. Sí que se ha añadido, a petición de los Comuns, un supuesto para garantizar el voto telemático y delegado: que se puedan acoger a esta modalidad las personas que tengan familiares de primer grado con enfermedad.

El pacto entre PSC, Comuns y los partidos independentistas llega en plenas negociaciones para una investidura y después de que el Tribunal Supremo haya archivado la causa de Tsunami Democrátic, lo que abre la puerta, entre otras cosas, a que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, pueda regresar de Suiza, como también que el diputado republicano Ruben Wagensberg pueda volver al Parlament y participar en las votaciones parlamentarias, ya que hasta ahora las delegaba por motivo de su baja médica.

Reproches al PSC

La propuesta de reforma aborda una de las peticiones que los partidos independentistas reclamaban desde la pasada legislatura: el voto a distancia. En el pasado mandato, ERC y la CUP trataron de aprobar una iniciativa de modificación de la ley en este sentido, pero no llegó a prosperar porque Junts no dio su visto bueno, mientras que el PSC elevó al Tribunal Constitucional el voto delegado de Puig. Por eso, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha celebrado "el amplio consenso" que sirve para "garantizar los derechos políticos", pero no ha pasado por alto el recordar que la reforma no se hizo antes porque "Junts no estuvo por el trabajo y el PSC seguía por presentar recursos al TC".

También Jeannine Abella, de Junts, ha aprovechado la intervención para cargar contra los socialistas, ya que, tras recurrir en el pasado el voto de Puig, desde su partido se preguntan ahora si el visto bueno del PSC para esta nueva reforma responde a un "ataque de democracia" a "arrepentimientos" o si "forma parte del blanqueo del señor [Salvador] Illa para ser president". En ese sentido, Abella ha remarcado que la modificación pretende corregir una "anomalía" - el voto a distancia- en el reglamento de la Cámara catalana, que "es normal y está garantizado en muchos gobiernos, gobierne quien gobierne", como es el ejemplo, ha citado, de la Asamblea de Madrid o el parlamento de Andalucía y Cantabria.

Los socialistas han defendido que con esta nueva normativa se pretende evitar la "controversia" que podía darse en cuanto al voto delegado, que tiene ahora "un redactado menos abierto", pero que permite acogerse a circunstancias que hasta ahora no era posible, en referencia a que en el texto de la reforma se establece una disposición transitoria que especifica que todos los diputados que se encuentren dentro de las causas judiciales incluidas en la Ley de Amnistía también podrán delegar su voto.

Cordón sanitario a la extrema derecha

Tanto los Comuns como la CUP han celebrado que la proposición de ley garantice la exclusión de la extrema derecha, ya que los cupaires podrán salir del grupo mixto que comparten ahora con Aliança Catalana. Susana Segovia, diputada de los Comuns, también ha puesto en valor que, con la aprobación de la reforma, se puedan hacer declaraciones institucionales ahora con mayoría cualificada (dos tercios) y no de forma unánime como hasta ahora, lamentando que en el pasado mandato no las hubo en jornadas como el día contra la lucha machista o contra la LGTBfobia.

PP y Vox votan en contra

Los partidos que han votado en contra han sido PP (15 votos) y Vox (11 votos), quienes han considerado que se trata de una reforma "para su propio beneficio". Mientras el PP ya informó la semana pasada que llevará esta proposición ley al Consell de Garanties Estatutàries, el diputado del partido ultra, Joan Garriga, ha tenido que ser interrumpido hasta en cuatro ocasiones por el presidente del Parlament, Josep Rull, quien le ha pedido "coherencia en los términos empleados", al no ceñirse durante su intervención a la cuestión de la reforma y emplear, además, expresiones "fuera de lugar".

Los dos diputados de Aliança Catalana se han abstenido en esta votación, porque, según la diputada Silvia Orriols, esta reforma busca "marginarles" y ha acusado a la CUP de buscar también beneficios y "retribuciones", por el hecho de poder constituirse ahora como grupo parlamentario propio.