El método para la designación de los senadores abre una nueva disputa en el Parlament: así quedaría el reparto

El 10 de junio se cumple un mes desde que arrancó la legislatura catalana y se constituyó el nuevo hemiciclo. Si bien todavía no se ha instaurado la normalidad en estas primeras casi cuatro semanas del nuevo Parlament por la falta de un debate de investidura y por la presión de un marcador a contrarreloj hacia la repetición electoral, la institución debe seguir trabajando en otras obligaciones. Una de ellas es la designación de los senadores autonómicos, algo que debe aclararse en los próximos días, tal y como marca la ley, que fija un mes desde la constitución de la Mesa para que los partidos presenten sus candidaturas.

La cuestión más importante a resolver es cómo se llevará a cabo el reparto de los ocho asientos del Senado que le corresponden a Catalunya, de acuerdo con su población. Estos representantes que están en juego se reparten, según el reglamento de la Cámara catalana, como decida la Mesa de acuerdo con la Junta de Portavoces. Si bien la normativa no señala qué método de elección debe usarse, el Estatut sí obliga a que éste sea proporcional al número de diputados por grupo parlamentario.

Tres fórmulas sobre la mesa

De la hemeroteca parlamentaria pueden rescatarse tres fórmulas utilizadas: la fórmula d'Hont -la usada para repartir los escaños en la Cámara-, la habitual del Resto Mayor y la Imperiali. De la elección de este cálculo matemático dependerá el número de senadores que tendrá cada partido y, en el contexto actual, si el PP y Vox tendrán la mínima representación en la Cámara alta, ya que solo una de ellas se la garantiza a los dos.

La primera fórmula, la d'Hont, repartiría tres senadores al PSC y Junts; y uno para ERC y PP, y ninguno para Vox. En el caso de la del Resto Mayor, el PSC mantendría los tres senadores; Junts, dos; y ERC, PP y Vox, uno cada uno. Por último, la Imperiali daría cuatro senadores a los socialistas, tres a los posconvergentes y uno a los republicanos, dejando fuera a PP y Vox. Las tres fórmulas cumplen con la cláusula de proporcionalidad, pero divergen en sus resultados.

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Cordón sanitario a la extrema derecha

En la pasada legislatura, con la irrupción de la ultraderecha de Vox al hemiciclo con 11 diputados y como cuarta fuerza, los independentistas y los Comuns acordaron implantar una nueva fórmula -la Imperiali- que evitó que el partido de Ignacio Garriga tuviera representación. Este modelo garantizó el cordón sanitario y el Tribunal Constitucional avaló su empleo dos años más tarde, después de que Vox presentará un recurso de amparo.

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Con este precedente, y ya con la jurisprudencia a favor, los partidos trabajan ahora para decidir qué cálculo usarán esta vez. Las reglas del juego han cambiado con las nuevas mayorías y ahora con el PP como cuarta fuerza, Vox solo tendría representación si se opta por la fórmula del Resto Mayor, mientras que los populares también les beneficiaría el tradicional método d'Hont. Solo si se declina apostar por el vigente cálculo -el Imperiali- ambas formaciones quedarían fuera del reparto.

Todo pasa por el PSC

El hecho de que la decisión no recaiga solo en la Mesa, sino también en la Junta de Portavoces, sitúa al PSC en una posición decisiva. Si bien los socialistas criticaron que se usara este método hace cuatro años alegando que podía crear un "mal precedente" que se podía "girar en contra", desde el partido niegan posicionarse por ahora sobre si rechazarán su posible aplicación en caso de que los partidos soberanistas -ya sin mayoría en el pleno, pero sí en la Mesa- lo propongan.

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En el PP las esperanzas de sacar un senador son pocas. La constitución de una Mesa con mayoría independentista y el reciente acuerdo del PSC con Junts, ERC, los Comuns y la CUP para hacer una reforma del reglamento de la Cámara les hacen "sospechar" que los socialistas "se están acercando" a los partidos independentistas. El portavoz del PP, Juan Fernández, espetó el jueves que valoran la posibilidad de que el PSC "amplíe el cordón sanitario" a su partido apoyando la única fórmula que les deja fuera del reparto de los representantes autonómicos de la Cámara alta.

¿Quién puede ser senador?

Una vez se resuelva la cuestión del método proporcional que se empleará, el presidente del Parlament, Josep Rull, deberá fijar e informar a los partidos del plazo para la presentación de las candidaturas, que no podrá alargarse más allá del 10 de julio. Las formaciones pueden presentar, de acuerdo con la 'Ley del procedimiento de designación de los senadores que representan a la Generalitat en el Senado', aprobada en 2010, cualquier candidato que "acredite una trayectoria profesional o política relevante y que tenga la condición política de catalán según los términos del Estatut".

Tras presentar los postulantes, la comisión del estatuto del diputado, que se constituirá el 17 de julio, deberá dictaminar si los candidatos son elegibles o no, y podrá solicitar toda al documentación que crea necesaria a los postulantes en un plazo de quince días. Una vez superada esta fase, el jefe de la Cámara someterá la propuesta de los ocho senadores autonómicos en el pleno previsto para 25 de julio -o a más tardar, si la comisión del Estatut lleva su plazo al límite-, a la espera de su aprobación final.

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