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Opinión | Trump
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Tirano

Ni la teoría del imperialismo, ni la del liberalismo, sirven para hacer balance. El movimiento MAGA no puede compararse a nada de lo que vivimos en el siglo XX

Trump celebra una lujosa fiesta de Halloween al estilo ‘Gran Gatsby’ mientras millones de estadounidenses pierden las ayudas para alimentos

El 64 % de los latinos en EE.UU. desaprueba a Trump y el 41 % teme un arresto migratorio

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Durante la guerra fría, los demócratas nos dividimos entre quienes veíamos a Estados Unidos como un imperio y quienes creían que era un baluarte de la libertad. Yo estuve entre los primeros, y mi padre, que sabía lo que era una guerra, estuvo entre los segundos. Ambos teníamos razón. Vietnam, Cuba, Chile y el respaldo a dictadores me proporcionaban argumentos cuando discutíamos. Normandía, el Plan Marshall y el muro de Berlín avalaban su visión, cierta, de que el amigo americano jugó un papel frente a la amenaza nazi y ante el intento de Stalin de limitar soberanía y libertad. Aquel mundo saltó por los aires, y las claves que servían para entenderlo también. Para muestra, el primer año de este segundo mandato de Donald Trump. Ni la teoría del imperialismo, ni la del liberalismo, sirven para hacer balance. El movimiento MAGA no puede compararse a nada de lo que vivimos en el siglo XX. A su cabeza están Trump y una pandilla de billonarios que recuerdan más a la corte de Ricardo III que a los tiempos de Ronald Reagan. Hombres sin alma, capaces de hacernos pensar el futuro de su país, y el del mundo entero, en términos de caos. Impensable, ¿verdad? Pues ahí están estos meses en los que ha imperado la mentira, el rencor, la venganza, la demagogia, como en las obras de teatro en las que Shakespeare diseccionó las raíces de la tiranía. Hambre de poder, caprichos de niños mimados, egos sin límites, todo al servicio de un propósito mesiánico: acabar con las ideas empalagosas de la ilustración. Con la democracia. Y con Europa, donde ambas ideas florecieron.

Está por ver si lo conseguirán. Los optimistas sueñan con las próximas elecciones. ¿Elecciones? ¡Volvemos a razonar como ayer! Con Trump hay que hacerlo cómo si ya fuera mañana. No me cabe duda de que lo intentará. No dudará en utilizar una guerra más o menos provocada o, como ha insinuado Timothy Snyder, un mega atentado favorecido por el desmantelamiento de las agencias de seguridad. Hay que justificar lo injustificable. Lo propio de un tirano.

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