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Opinión | Líderes incompetentes
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La joya y la caca

El vuelo virtual de Trump representa la realidad de esos líderes que prometen seguridad y soluciones fáciles a problemas complejos.

Captura del vídeo hecho con IA que compartió Trump

Captura del vídeo hecho con IA que compartió Trump

La coincidencia horaria fue casi perfecta, poco más de una hora. Por un lado, la profanación de uno de los símbolos culturales más relevantes de Francia (y de Europa). Por otro, el vertido de excrementos de Donald Trump a la multitudinaria manifestación en contra de su política. El robo de las joyas del Louvre en plena luz del día fue trágicamente real. El baño de caca se produjo en el ilimitado espacio virtual. Entre las joyas robadas, se encuentra la corona de la reina María Amelia, esposa de Luis Felipe I. En el vídeo que compartió Trump, sale luciendo una corona de pega, con su dorado resplandeciente y sus gemas de colores. Ambos casos comparten algo más que ese símbolo de poder: la humillación que han provocado.

El robo, tan burdo, tan sencillo, ha sido un golpe emocional para Francia. El orgullo patriótico anda bajo de ánimos entre la inestabilidad política, la crisis de deuda y la puntilla de ver a Sarkozy entrando en la cárcel. Según la encuesta anual que realiza la universidad de Sciences Po, la confianza pública en sus instituciones y sus representantes políticos está disminuyendo drásticamente. El 73% de la población quiere “un líder real en Francia para restablecer el orden”. Por otro lado, también exigen una democracia más horizontal y participativa. Cunde la sensación ciudadana de lejanía con el gobierno: ni facilita su vida cotidiana, ni comprende su sufrimiento.

En el vídeo generado por inteligencia artificial, Trump aparece coronado, pilotando un avión de combate y bombardeando a manifestantes con un torrente de heces. En el mundo real, la protesta movilizó a unos siete millones de ciudadanos bajo el lema ‘No kings’ -Sin Reyes-, denunciando la deriva autoritaria de la administración Trump. La manifestación fue totalmente pacífica, ni un solo detenido. Aun así, el presidente aseguró que sus participantes eran “lunáticos de la izquierda radical” y afirmó que su vídeo era “una broma”. ¿Qué hará cuando actúe en serio?

Trump no oculta su sectarismo ni su odio a los estadounidenses que no comparten su visión. “Es una guerra interna”, ha llegado a manifestar. Y así actúa. Utilizando todos los medios para aplastar la disidencia y tensar las costuras de la democracia. Desde el uso de la fuerza militar para patrullar ciudades demócratas hasta los intentos de destituir cargos sobre los que no tiene autoridad hasta utilizar los tribunales para coartar, amenazar o emprender venganzas personales.

¿Y qué tiene que ver el llanto nacional por unas joyas de la realeza y un baño de caca? Mucho más que la coincidencia en el calendario. El primero simboliza el desaliento y el miedo a la pérdida. El ex primer ministro italiano Matteo Renzi utilizó el robo como metáfora de la UE: “Tenemos lo mejor del mundo, pero en siete minutos te lo pueden robar; igual que los valores europeos”. El vuelo virtual de Trump representa la realidad de esos líderes que prometen seguridad y soluciones fáciles a problemas complejos. Una mierda, eso es exactamente lo que les importa la libertad y el bienestar de sus ‘súbditos’.

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