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Opinión | Hacienda

¡Autónomos, gritad!

Los trabajadores autónomos son muy productivos y los que a menos bajas por enfermedad se acogen, pero a su vez, constituyen el eslabón más frágil de la cadena laboral

El diputado de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, durante su intervención en la sesión de control del pleno del Congreso, en 2005.

El diputado de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, durante su intervención en la sesión de control del pleno del Congreso, en 2005. / EMILIO NARANJO / EFE

Me pesa la merluza y resopla la pescadera: nos obligan a comprar una báscula nueva, que cuesta más de 1.000 €, para controlarnos la última sardina. Hacienda se mete en la caja. Los comerciantes están obligados a partir de 2026 a adquirir unos dispositivos que directamente envían los tickets al fisco. También el año que viene, empresas y autónomos deberán entrar las facturas con el VeriFactu, el sistema informático que las registrará al instante en la Agencia Tributaria. Más control, más digital y más caro.

Mientras tanto, la UE envía un requerimiento al gobierno español por hacerse el loco y no aplicar la directriz europea vigente este año 2025, que exime de incluir el IVA en sus facturas a autónomos y pymes hasta 85.000€ anuales. En eso, sale Feijoo, y como si de una medida suya de gracia se tratara, promete que, si él gobierna, perdonará el IVA a los autónomos hasta precisamente los 85.000€. Tomadura de pelo de los dos.

La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, ante la oleada de quejas por la anunciada subida de tarifas a los autónomos, de momento la ha congelado. En los primeros tramos, o sea ante los más débiles, era una pura extorsión. Y no pestañea cuando se reafirma en que, aunque un trimestre un autónomo no facture nada, continue pagando.

Los trabajadores autónomos son muy productivos y los que a menos bajas por enfermedad se acogen, pero a su vez, constituyen el eslabón más frágil de la cadena laboral. Aunque empiezan a agruparse, no pueden permitirse estar de huelga, ni ir cortando calles. Por eso, gobiernos que dicen ser de izquierdas o los de derechas abusan de ellos. Me parece intolerable maltratar así a personas emprendedoras que levantan proyectos contra su propio riesgo.

Por la peluquera, el fotógrafo, el informático, la carnicera y el mecánico, 550.000 autónomos en Catalunya, quiero acordarme de mi admirado cantautor José A. Labordeta. De mayor fue diputado en el Congreso por la Chunta Aragonesista. Un día, hastiado de que no quisieran escuchar su voz, gritó a sus señorías: "A la mierda, váyanse a la mierda".

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