Derecho al tiempo y a la vida
Hasta que el hombre no entre en casa y la mujer salga de ella como entró en el mundo laboral, la situación no será equitativa ni igualitaria
¿Con qué cambio horario deberíamos quedarnos? Los expertos afirman que el de invierno está más alineado con nuestro reloj biológico

Expertos en sueño abogan por mantener el horario de invierno por beneficiar más a la salud
Los octubres acaban con el cambio horario. Anocheciendo y entrando en la oscuridad con la tarde más corta. Suben la tristeza y depresión. Aumenta la ansiedad y el insomnio.
La gente de payés fue la primera en avisar hace décadas de las complicaciones que comportaba este cambio. De los avisos del mundo rural pasamos a los médicos y científicos: el cambio horario no es beneficioso por ninguna parte. Ni por salud ni sostenibilidad. Y los seres humanos somos animales, no lo olvidemos, mamíferos, pero animales.
La proclama de Pedro Sánchez puede ayudar a acelerar el proceso. Pero tengamos claro que somos Unión Europea y cambios y leyes tienen sus tiempos. Tengo esperanza. Mucha. Porque estamos avanzando. Deseo que el hit del año que viene sea «se acabó el cambio horario».
El tiempo se divide en cuatro tiempos. Primero, el tiempo de trabajo. No es el primero por ser el más importante, sino por ser el que todos sabemos: el concepto de las ocho horas de trabajo. Trabajo remunerado. Trabajo por cuenta propia o ajena. Segundo, el tiempo de dormir. Ocho horas también. Aquí incluimos el tiempo de comer y de higiene. Tercero, el trabajo de cuidados. Incluye la organización de la casa, compra, comidas, horarios y cuadre de los que viven bajo un mismo techo. Y para quienes tienen descendencia cuidados a los mismos. Así cómo cuando la ascendencia necesita también de cuidados. Somos la generación sándwich, nos recaen los cuidados de criaturas y padres. Sin olvidar nuestro propio cuidado. Si nosotros no estamos bien, ni nuestro entorno ni nada estará bien. ¿Quién cuida al cuidador? Necesita su tiempo para cuidarse. A menudo, especialmente las mujeres, nos dejamos para las últimas y acabamos sin tiempo de autocuidados. Y cuarto, el tiempo para uno. Tu propio tiempo para hacer aquello que deseas.
El 80% de la población española sufre de pobreza de tiempo. Tradicionalmente los trabajos de cuidados los han hecho las mujeres. Con nuestra incorporación al mercado laboral, los trabajos de cuidados y organización del hogar, trabajo no remunerado (que debería cambiar), siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres. Por eso hablamos de la doble jornada de la mujer: la de fuera y la de dentro de casa. Las cifras de ellas aumentan cuando hay criaturas pequeñas.
Hasta que el hombre no entre en casa y la mujer salga de ella como entró en el mundo laboral, la situación no será equitativa ni igualitaria. Gestión del tiempo y gestión de horario del tiempo para, por ejemplo, ir al gimnasio, quedar con amistades, salir, leer… El desfase que se produce en las agendas cuando se hace el recuento es lo que explica, entre otros factores, que muchas mujeres a los 50 se separen. Y es que en realidad todas y todos queremos vivir mejor. Empezando por poner horarios a nuestros cuatro tiempos agenda en mano. Haya o no cambio horario, vivamos realmente la vida!
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